Mire al numerito. Viñeta de ayer en Gurusblog
Ahora que tanto se habla del periodismo de datos como si lo hubiera inventado una productora de TV justo ayer por la noche, de transparencia y de sus leyes novedosas y rompedoras, que prometen que van a facilitar que sepamos toda media verdad entre verdades escondidas, los datos del paro me siguen pareciendo sólo números. Algo en lo que convirtieron hace ya tiempo a las personas.
Otra cifra periódica que explota y el humo se disipa en apenas unas horas.
La del paro registrado, las de la EPA o las que salen de la tertulia del bar de la esquina, todas se reciben igual, siguen la pauta sin matices. Se buscan otros números en el pasado que interesen más para aplaudirlas o abuchearlas. Y así es como las personas terminan siendo tratadas como un simple ejercicio de matemáticas de bulto. Como el balance de caja del mes. Es lo que hay, poca o ninguna discusión cabe.
Sigo esperando ese hurgar en los verdaderos datos interesantes que, para mí, hablan de la calidad del empleo. Tanto del que se destruye, como del que se genera y las causas. Dónde exactamente son contratados, para hacer qué y en qué condiciones, en qué empresas.
Y no me parece tan difícil deshuesarlo y acotarlo por sectores, por tipos de basurez o dignidad en contratos y sueldos, por los perfiles detallados de las personas que entran y salen del mercadillo laboral, de los que ya ni confían en que sirva de algo estar en él.
Se suele conocer el rango de edad, los sectores, algo genérico sobre el tipo de contratación y poco más , pero nada sobre de dónde venían esas personas y por qué. De su situación económica y social en ese momento o de cómo sobrevivían hasta entonces. De lo que sacrifican, del porcentaje de esperanzas perdidas y proyectos amontonados en la basura. Lo verdaderamente feo, interesante y, para muchos, irrelevante de los datos.
Olvídelo. Mire al numerito, observe ese grácil tallo que nace en la cumbre del vertedero. Sonría.
Otras opiniones:
Ya podéis tirar a la basura el glorioso dato de paro de mayo
en realidad el paro descendio solo en 295 personas en toda España. Los 98000 simplemente dejan de aparecer, pero esta es otra historia.