No son pocos los que empiezan a avergonzarse de la actitud de algunos políticos y medios tras la sentencia del juicio del 11m.
No son pocos los que se lo veían venir cuando vieron desinflarse el monumento a los muertos como una profecía tan paradójica como macabra.
No son pocos los que ya están agotados de escuchar hablar de los autores intelectuales y los otros.
No son pocos los que bailarían sobre cualquier tumba con tal de asegurarse el sillón o la cartera.
No son pocos a los que todo eso les da asco.
Otro que se avergüenza. Aunque lo verdaderamente lamentable no es la actitud de determinados partidos o medios, sino que haya millones de personas que asienten al escucharles.
Yo soy uno de esos de los que no son pocos.
La vergüenza se queda corta.