
El algoritmo idiota haciendo de las suyas
Que los algoritmos no entienden de contexto ni son capaces de detectar matices, mucho menos entender la ironía, el sarcasmo o cualquier interpretación humorística, ficción o intención más allá de lo textual, es algo que ya sabemos.
Lo que ya no se entiende tanto es que en las redes sociales se siga usando una lista de palabras a bulto para combatir, supuestamente, los bulos y la desinformación. Mucho hablar de Big Data e Inteligencia artificial y otros etcéteceras ,y al final se opta por la chapuza más primitiva.
En Twitter, basta escribir algún chiste que incluya «te mato», «matar» o derivados que incluyan el verbo para que te chapen la cuenta unos días si no borras la chufla. Al menos hasta que no puedas demostrarle al humano de turno que se encarga de esas cuestiones que no eres un asesino confeso.
Hoy le ha tocado al viñetista Clay Bennet, pero sucede cada día con miles de mensajes que terminan marcados creando un metachiste. Como leo muchas viñetas cada día, le aseguro que es rara la semana que no me cruzo con alguna con el cartelón.
«Mi viñeta de hace una semana y media ahora tiene una advertencia en Twitter que dice: ¡ENGAÑOSO! Conozca lo que dicen las autoridades sanitarias sobre los tratamientos para la COVID-19.
¿De verdad piensan que esta imagen promueve el uso de ivermectina para COVID? ¡Puaj!»
Clay Bennet
Se supone que no lo piensan, o no deberían, pero eso es lo que parecen empeñados en hacernos creer.
Por si alguien en el Departamento de Cartelones de Advertencias absurdas de Twitter aún tiene problemas para pillar el chiste, es una crítica al uso que hacen algunos desubicados de la ivermectina como tratamiento contra el coronavirus.
La caja simula un fármaco real contra la COVID -19 y de su interior asoma un frasco etiquetado como «Genuino Aceite de Serpiente».
Dudoso, fraudulento y deshonesto: estas son palabras que a menudo se utilizan cuando alguien acusa a otro de vender «aceite de serpiente». Un “vendedor de aceite de serpiente” es un término que se utiliza para describir a los estafadores, timadores o vendedores ambulantes de productos de poco valor. De hecho, el diccionario Merriam-Webster define el aceite de serpiente como:
«Cualquier sustancia o mezcla que se venda (como en aquellos espectáculos de «medicina ambulante») como medicina, generalmente sin tener en cuenta su valor médico o sus propiedades». (Fuente)