Fanáticos peligrosos.
Viñeta del 16/11/2019 en CTXT
Para algunos medios, el golpe en Bolivia no fue más que un trámite burocrático por el que los militares quitaron al presidente rellenando una hoja de reclamaciones.
Jeanine Áñez, la autoproclamada por cojones presidenta de Bolivia, entró en el Palacio de Gobierno levantando una biblia gorda, como si volviese triunfal de vencer en la última batalla de la cruzada santa contra el indígena. No puedo imaginar otra imagen más triste y tercemundista.
Enseguida dejó claro que se cepillaría a los periodistas que se salieran del redil acusándolos de sedición y anunció manga ancha para los militares por si hay que añadir algunos muertos a la operación de evangelización. Mientras tanto, se mostraba la imagen de una habitación como ejemplo del "lujo" del que se rodeó Evo Morales, actualmente en el exilio en México.
Pero no se van a quedar ahí, no. Se van a llevar a toda disidencia por delante . Por las bravas, incluyendo diputados.
En El Mundo despachaban lo que denominan "turbulencias en Sudamérica" con un titular pestilente. Esta cutrada a lo revista del colorín encabeza un perfil de lavado y engorde de la imagen de la emperadora, que se creyó ser la elegida por dios para enderezar el país y meter en vereda a sus aborígenes.
Y así terminó, de momento, la carrera de Janine Áñez:
Miedo, tenga mucho miedo
Y aquí seguimos en plena hecatombe económica.
Los mercados se derrumban. Se pierde todo ese dinero gratis que hasta hace nada inundaba calles y plazas de pueblos y ciudades, para alegría del obrero.
El IBEX está aterrorizado con el resultado de las elecciones y el preacuerdo PSOE -Unidas Podemos, porque ya saben, esas cosas de la democracia como votar, pactar, formar gobiernos y tal son malísimas para las empresas.
EN TVE, con este luminoso al más puro estilo de club de carretera, charlaron un ratillo sobre el miedo del IBEX. Y, oiga, si los que cortan los fajos tienen miedo, asústese. Mucho. Acojónese y hágalo ya.
Pasan las horas y la situación empeora. Todo mal.
Los banqueros necesitan alimentos, mantas y medicinas, algunos empresarios ya empiezan a saltar por las ventanas de las sedes de sus bancos.
Nada que no hayamos vivido una y otra vez, en abril pasó tres cuartos de lo mismo. Bancos y otras empresas, así como los buitres de la especulación, dejaron claro que sus duros es lo único que importa. Tanta democracia no puede traer nada bueno.
