El cierre de la Opinión de Granada en papel, que ha dejado a su plantilla en la calle no es, como puedan pensar muchos, sólo otro caído por una recién estrenada crisis de la prensa.
La prensa siempre ha tenido crisis, pero únicamente para los que trabajaban en ella.
Ahora se empiezan a ver reacciones y apoyos más directos y sonados del resto de medios. En Granada, hasta los trabajadores del ente público RTVA colocaron una pancarta en su puerta como apoyo a los despedidos con el lema "NO al Cierre de la Opinión" y se concentraron un rato a las puertas de la delegación de la tele autonómica. Mientras, en el resto de ciudades españolas donde había delegaciones de este diario se sucedían las concentraciones.
Poco movimiento
Además, casi todos los medios de comunicación informaron durante todo el día de la noticia del cierre. Otros colectivos se movilizaron para dejar clara su repulsa.
La crisis "mundial", aquella que nos dijeron que vino nacida de las entrañas de las hipotecas subprime, y las múltiples crisis dominó que afectan y tumban a otros gremios han hecho que hablar de cierres y despidos sea algo cotidiano, natural y necesario.
Pero esto no siempre ha sido así. Entre el personal de los medios de comunicación, menos a aún en ámbitos locales donde se pegaba cerrojazo a empresas de comunicación con plantillas abultadas o se iban cortando a pequeños cachos, mes a mes y como mucho se leía un breve que no parecía importarle ni al medio que lo publicaba.
Hace muy poco, el discurso de muchos trabajadores de los medios era el del silencio. Ni una palabra dentro de la empresa y el llanto en el bar.
Se asumía que la profesión "era así" y las plantillas (encubiertas) se solucionaban a base de prácticos, becarios, una bolsa de colaboradores siempre en el limbo y contrataciones basura de quita y pon, convirtiendo la patada en el culo en el pan nuestro de cada mes.
Lo recuerdo perfectamente. No fue hace tanto, eran tiempos en los que intentar plantarle una huelga a la empresa por ejercer de carnicero loco de los derechos laborales, era poco menos que ser un mártir sin cerebro. Un idealista trasnochado.
Precariedad y silencio
Jornadas interminables, horas jamás pagadas, "guardias" forzosas y gratuitas, despidos a saco, corresponsales de agencias repartidos por todas las provincias trabajando "a la pieza" sin más contrato que la promesa de trabajar al día siguiente y esperando esos reportajes que se pagaban algo mejor para suavizar el aterrizaje, siempre forzoso, de fin de mes. Colaboraciones "a riesgo" con la esperanza de que las quieran y las paguen a tiempo. Tarifas de miseria. Falsos autónomos a los que se llama "freelances" para esconder el recochineo y disfrazar una supuesta independencia con más precariedad y atropellos. Un largo inventario de feas costumbres de explotación convertidas en leyes de empresa.
Todos lo sabíamos y todos nos lo echábamos al lomo.
Pero ya no importa lo que ha provocado esta nueva situación y reacciones, aún siendo un triste detonante bienvenido sea, lo que más jode es que estas cosas sigan explotando en el culo de los currantes en lugar de en el bolsillo del empresario carnicero que lleva décadas haciendo despiece salvaje de sus trabajadores.
Y de paso lanzarle el guante a los sindicatos. Esos que en el pasado hicieron un vergonzoso silencio, evitando todo ruido, ante cierres y despidos masivos en empresas donde no tenían representación
Porque la prensa siempre fue una maravillosa profesión pero una mierda de trabajo. Donde lo excepcional es tener unas buenas condiciones laborales. La situación sólo ha venido a clavarle la puntilla en un lodazal que ya estaba demasiado espeso.
Realmente muchos periodistas han dejado de serlo para convertirse en mercenarios...
Mientras los medios de comunicación de masas sigan en manos privadas, nunca encontraremos solución a este grave problema...
Pues eso, que si todo el mundo se moviera, si hubiera más solidaridad, menos empresas cerrarían impunemente, o dicho de otro modo, cuando las barbas de tu vecino veas pelar...
dura la viñeta, pero cierta... yo vivo en Ciudad Real y allí han cerrado redacciones enteras, ya no hay Metro CR, por ejemplo...
Hola Carmen
Según tu opinión ¿cuál es la relación directa del cierre de La Opinión de Granada con la gestión de "Zetaparo"?
Según leo en el blog de los trabajadores del periódico en la concentración estuvieron todas las fuerzas políticasy una representación de todos los sindicatos.
La prensa siempre ha tenido buitres y empresarios sin escrúlos. muchos de ellos no precisamente son de pensamiento "socialista"
Todo esto por 11millones que votaron a Zetaparo.
¿Qué te voy a contar que ya no sepas? Cuando elegí estudiar Periodismo, cometí el error de no saber que esta profesión era como una casa de putas.
En unos despidos era por culpa del dueño del negociete, en otros porque no cumplia el perfil y últimamente ya despedía yo directamente a la empresa porque no estaba en mi perfil de trabajador.
Ahora voy por libre y me va de maravilla. Creo que ahora mismo tendrían que ponerme una pistola en la sién para obligarme a trabajar en un diario chupándome ruedas de prensa de gente intrascendente, mediocre y que realmente no tienen nada que decir, pero que se cubren por los intereses estúpidos de los medios.
Lo siento por los compañeros de La Opinión de Granada, pero tal como me pasó a mí, les digo que cuando ya te despiden de tantos medios después de darlo todo injustificadamente o se cierran diarios a pesar de hacer las cosas bien, terminas por acostumbrarte y pensar en fabricarte tú mismo la profesión o el puesto de trabajo.