Chistes de la calle
Tranquilos, esto tiene una explicación. Cuando los fanzines eran la única forma de leer tebeillos guarros, irreverencias sin concesiones y macarradas "independientes" varias, una práctica habitual era, aún lo es, ilustrar chistes populares de esos chorra que se cuentan en bares, bodas y bautizos. Y no pasaba nada, era raro que alguna asociación