Glovo

Glovo se enmarca en la lista de negocios de este tipo que se esconden tras una falsa declaración de empresa de economía colaborativa. Nació en Barcelona en 2015, fundada por Oscar Pierre y Sacha Michaud, con el objetivo de revolucionar la forma en que los ciudadanos acceden a bienes y servicios locales y lo único que hicieron fue renombrar la explotación sin derechos. Inspirada en modelos de entrega ya existentes, pero con un enfoque más amplio y diversificado, Glovo rápidamente se expandió por España y otros países.

El debate en torno a Glovo, lejos de disminuir, se intensifica. La legislación laboral busca regular las condiciones de los "glovers", que en muchas ocasiones trabajan como falsos autónomos y en condiciones de precariedad, mientras que la sociedad reflexiona sobre el impacto de la economía de plataformas de este tipo en el empleo y la calidad de vida.

Glovo ha sido condenado en una gran cantidad de sentencias en su contra en España por la cuestión de los falsos autónomos, destacando una en Barcelona que declaró la relación laboral para 3.573 repartidores. La empresa ha tuvo que adaptarse y emplear miles de repartidores como asalariados para cumplir con la "Ley Rider".