Cordialmente, váyanse a la mierda

Cordialmente, váyanse a la mierda

Vivo gran parte del año en una ciudad media del sur, una de tantas con pinta de ciudad,  pero con marcado ambiente de pueblo. Aquí nunca ha sido habitual ver gente mendigando, ni rebuscando en los contenedores. Tampoco gente esperando a las puertas de los  supermercados la hora del cierre para escarbar en