Se desconoce si el todopoderoso perdió el tren. Igual se entretuvo con otra cosa por el camino o se olvidó de pasarse por el sarao del ciudadano Felipe. Tampoco se sabe si fue invitado formalmente. La cosa es que no apareció.
Aunque bien pensado casi mejor, porque el Tontolar informa de que no fue nombrado ni una sola vez.
Cuando el creador del cielo y de la tierra vea el acto en el tubo se va a pillar un cabreo tal que no se descarta que nos mande las siete plagas, otras siete quiero decir.