Ayuso en IFEMA.
Viñeta del 02/05/2020 en CTXT
El acto del cierre del hospital de campaña de IFEMA, con retransmisión en directo, fue diseñado para el baño de masas de Ayuso, Almeida y la tradicional patulea de políticos. Detrás de todos ellos ya se sabe que nunca falta la correspondiente tropa de periodistas.
Aunque Ayuso, experta nutricionista, insiste en que fue todo espontáneo, lo evidente es que se convirtió en un inexplicable aquelarre del apelotonamiento, unos cuantos selfies cabeza con cabeza, una conga y postureos y paripés para tener fotito para Instagram. Y nadie parecía estar preocupado por la imagen penosa e irresponsable de lo que suponían en conjunto todas estas gilipolleces.
Ni un sólo profesional sanitario había estado en la rueda de prensa multitudinaria de Ayuso en IFEMA, los incondicionales peperos hasta negaron los abucheos que les regalaron los profesionales. Tampoco les preocupó mucho, más bien nada, saber que la Comunidad de Madrid no renovará el contrato a las miles de enfermeras y enfermeros, más de 3.500 trabajadores, que se han jugado la vida, los despidos podrían afectar a unos 10.000 sanitarios.
Muchos aplausos y muchos homenajes orales que no eran más que la antesala de la patada en el culo. Por contra, los forofos de Ayuso se organizaron en tuiter para hacerle mucho la pelota bajo el hashtag #AyusoMeRepresenta. Eso sí, pasando por alto su mítin surrealista y paleto.
Hasta que no llovieron las críticas no repararon en su propia estupidez, pero antes quemaron las naves y desde el gobierno regional echaron la culpa a Podemos por "invitar a sanitarios no convocados al acto". Por el camino, el diputado de Más Madrid en la Asamblea, Hugo Martínez, tuvo que recordarles cómo había sido la cosa de la convocatoria.
La delegación del Gobierno en Madrid investiga ahora el acto masivo por si las aglomeraciones vulneraron la distancia social decretada.
Algunos se disculparon. A su manera, claro. Ayuso dijo en Telemadrid que sí, que estaba mal por la parte de la organización, pero que la felicidad y el 8M y tal. Almeida, ese nuevo efecto Gallardón en la izquierda tonta, también se disculpó, pero al poco volvió por sus fueros. Ignacio Aguado dijo, muy borbónico él, que no le gustó el acto y que no volverá a a ocurrir.
Ayuso es una perfecta versión zagala de Esperanza Aguirre, se conoce que su antiguo trabajo de community manager del perro "Pecas" dio muy buenos frutos. LLeva muy bien lo de organizar performances para la foto y no hay camarógrafo que no le de un plano bueno. Se mueve con soltura en todas y cada una de las escenografías que diseña.
Sin embargo, la presidenta del pizpiretismo político tiene un duro rival a batir, Pablo Casado.
Casado lo mismo monta pantomimas con ovejas que se arroga en capitan general de todas las fuerzas vivas. Hora de chapar el post, el asunto de los delirios de Casado lo dejo para la próxima viñeta, que la merece.