Ayuso, la revolución de las macetas. Viñeta del 21/05/2023 en CTXT.
Por si andan perdidos con la referencia, ahí tienen a Ayuso prometiendo en 15 segundos que "cada balcón tenga una planta" para mejorar la salud de los madrileños.
Esta fue una de sus propuestas que contó durante el debate entre los candidatos a la Comunidad de Madrid en Telemadrid para las elecciones del próximo 28 de mayo.
Para que se hagan una idea la espectacularización de la política y el periodismo, esto fue en lo que quedó aquel debate. En unas macetas y en ETA, claro.
Para intentar explicarle la cosa que nos ocupa hoy le propongo antes un par de ejercicios, ahí va el primero:
¿Qué diferencia cree que hay entre esta viñeta de 2022 y las otras de 2015 que verá más abajo?
Viñeta del 27 de marzo de 2022
Esperanza Aguirre en campaña. 10 de mayo de 2015
Exacto, no hay ninguna diferencia, sólo cambia la actriz. El tratamiento en los medios es exactamente el mismo.
El siguiente ejercicio que le propongo es que haga usted una lista de las ciudades españolas que considere más importantes y, de memoria, coloque a su lado el nombre de su alcalde o alcaldesa. Haga lo mismo con los presidentes de las comunidades autónomas. Muy probablemente conocerá o recordará el nombre del alcalde de su pueblo o ciudad y el presidente de su comunidad y con suerte dos o tres más. Y Ayuso, claro.
Y esto no es una casualidad o algo que la trumpita haya conseguido por méritos.
Solemos olvidarnos del trabajo de campo que hacen los medios mamporreros durante todo el año para hacerle llegar con detalle todas las sandeces, por irrelevantérrimas que sean, que suelta el candidato que marca su línea editorial.
De lo que se trata es de hacer un bombardeo masivo y constante con su nombre y su imagen hasta que se instale en su cerebro como si fuera la canción del verano. El contexto es lo de menos. Lo mismo sirve una flatulencia que una tortilla de patatas.
Y Ayuso no marca la agenda porque haga algo concreto o tenga una propuesta interesante. En realidad no es más que un contenedor vacío adornado con modelitos, poses, guiones etílicos, consignas ramplonas, meadas fuera de tiesto, sonrisas impostadas y tonterías. La mediocridad absoluta decorada a lo influencer.
Y no se culpe. Isabel tampoco se ha convertido en una superestrella política (siempre según los mismos medios que la promocionan hasta la nausea) gracias a la repercusión del gallinero de Tuiter o cualquier otra red social por las críticas o alabanzas. Aunque nadie la nombrara seguiría figurando cada día en gran parte de los medios derechoides y derechuzos, que no son pocos.
Lo de El Mundo con Ayuso es un caso especial, la pasión del medio por ella va mucho más allá del amor platónico. Vean.