La chispa de la muerte. Boicot a Coca Cola. Viñeta del 17/08/2024 en CTXT
Según la definición del diccionario, un boicot es una "acción que se dirige contra una persona o entidad para obstaculizar el desarrollo o funcionamiento de una determinada actividad social o comercial".
Aunque se desconoce la fecha exacta en la que empezó a usarse esta palabra, en 1888 se incorporó al diccionario inglés de Oxford. Lo que sí conocemos con detalle es el origen del término. Nace del apellido de un miserable llamado Carles Cunningham Boycott (1832-1897), un militar inglés que, debido a sus prácticas tiranas, consiguió que nadie quisiera trabajar para él, ni comprarle ni venderle nada.
El boicot es una herramienta más de protesta, tan legítima y saludable como cualquier otra, por mucho que los neoliberales sigan intentando criminalizarla.
Coca-Cola, enterrando sus mierdas a golpe de talonario
Es una práctica habitual de esta empresa. La firma, ante cualquier movida que considera que afecta a su imagen de marca, saca la maquinaria de lavado de cara y compra espacio en todos los medios para colocar su mensaje de paz y amistad. Así lo hizo un día después del fallo del TS que tumbaba el ERE de 2015.
Ahora, Coca-Cola intentaba desviar la atención para evitar los efectos del boicot por su vínculo con Israel y se gastó una cantidad gorda de pasta en un campaña publicitaria en el sur de Asia que salió mal.
Coca-Cola lanzó una costosa campaña publicitaria en Bangladesh, justo cuando sus ventas bajaban Oriente Medio y Asia debido a un boicot internacional contra empresas que apoyan a Israel. En el anuncio, Sharif Ahmed Jibon, un actor famoso por sus papeles en telenovelas, interpretaba al dueño de una tienda que aseguraba a los clientes que Coca-Cola no es un producto israelí, destacando sus lazos con comunidades islámicas.
El anuncio incluso mencionaba que existe una fábrica de Coca-Cola en Palestina y hasta mostraba a un grupo de jóvenes disfrutando felices y contentos de la bebida. Sin embargo, resultó que esa "fábrica palestina" es en realidad una embotelladora israelí ubicada en un asentamiento en Jerusalén, considerado ilegal por el derecho internacional.
En lugar de lograr el efecto deseado, la gran mentira audiovisual generó una escalada de las reacciones negativas y aumentó el cabreo hacia Coca-Cola, que ya sufría una caída del 23% en sus ventas antes de que se emitiera el anuncio.
Después de retirar la publicidad de todos los medios y redes sociales, a Coca-Cola no le quedó otra que admitir que la campaña fue una jugada sucia, aunque ellos lo llamaron "error". Este episodio pone de manifiesto la preocupación de las grandes empresas estadounidenses por intentar salir del radar por el apoyo militar y político de Washington a Israel, que siguen a tope con el genocidio en Palestina.
Otras marcas como McDonald's, Starbucks y KFC están viendo como sus ventas caen por el boicot a Israel.
McDonald's comunicó a finales de julio que sus ventas mundiales disminuyeron por primera vez desde 2020, y su beneficio neto se redujo un 12% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Starbucks anunció también que las ventas en sus tiendas de América del Norte cayeron un 2%, y las ventas en el resto del mundo de desplomaron un 7%. También informó de que sus beneficios internacionales totales cayeron un 23%. (Fuente).
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No diré que no caté el mejunje de marras, pero hace 40 años que pasé de él.