Hergé (seudónimo), Georges Remi. 1907-1983. Tintín en América
Tinta china, grafito y aguada correctora para la cubierta de la la edición de 1942 del cómic Tintín en América. 46 x 32,8 cm.
Dibujo utilizado de nuevo para la portada de la edición en color de 1946. Subastado en parís junto con su certificado del comité de autentificación de Hergé por Arcturial Bélgica.
El pasado 10 de febrero, la casa de subastas Artcurial subastó el dibujo original de Hergé para la portada del del álbum Tintín en América de 1942, el mismo que se sigue utilizando desde hace 80 años para ilustrar la portada de esta obra, una de las más vendidas de la serie.
La estimación inicial de venta era de entre 2,2 y 3,2 millones de euros, aunque finalmente el precio no alcanzó las previsiones y se vendió en se vendió por 2,1 millones de euros.
El original ha sido vendido por 2.158.000 euros con impuestos y tasas y según la casa de subastas, su nuevo propietario es un comprador internacional privado.
El precio de remate, aunque es una cifra más que generosa para un original en blanco y negro de Hergé, no se acerca al récord conseguido en enero de 2021 por la portada original de El Loto Azul, que fue vendida por más de 3,1 millones de euros (3,8 millones de dólares).
En Tintín en América, tercer volumen de la serie Tintín, el joven reportero belga viaja a Estados Unidos y pasa una temporada en Chicago y en el Medio Oeste. Está considerado uno de los más vendidos de la colección. Se publicó por primera vez en 1932 con una pequeña ilustración en la portada que mostraba a Tintín sentado en una roca con Milú tumbado a su lado. Con motivo de la tercera edición, en 1937, la pequeña ilustración de portada fue sustituida por otra que mostraba a Tintín montado a caballo. El dibujo se imprimió en papel y se pegó directamente en la cubierta del álbum.
A principios de los años 40, las técnicas de impresión ya habían evolucionado y permitieron tirar el cómic con la portada a toda página en color como la conocemos hoy.
Las aventuras de Tintín se han traducido a más de 100 idiomas, lo que atestigua su carácter universal y la estética atemporal del estilo del artista. El talento de Hergé radica en la sencillez del trazo y de las formas: un trazo sencillo simple, legible y comprensible para todos. Esa célebre estética, denominada "ligne claire" (línea clara) no ha pasado de moda.