No creo que pueda añadir mucho más a lo que ya se ha dicho sobre la destitución de Nacho Escolar como director del diario Público
Siempre he intentado mantenerme alejado de todos aquellos debates donde los periodistas pasan a ser los protagonistas de las noticias. No sólo porque me aburre tener que acabar embarullado en las manidas batallas de fanboys de los dos partidos de siempre, si no porque siempre se me han antojado como un simple marujeo de empresa.
Esto me hace recordar la reflexión de un muy antiguo compañero, cada vez que hablábamos sobre este asunto solía opinar que un periodista sólo debería ser noticia cuando recibe un premio, escribe un libro o se lo cepillan en alguna guerra perdida de por ahí. Aunque en este caso casi puede decirse que posiblemente el director saliente haya caído víctima de una evidente guerra político/comercial con el renqueante diario El País.
Teorías
Muchos hablan un giro brusco en la línea editorial. Lo que no alcanzo a sospechar es hacia qué dirección, ya que el diario desde su nacimiento, en su declaración de intenciones ya dejó claro hacia que flor iban a mirar con muchisimo cariño:
Viñeta de octubre de 2007
Desde su nacimiento ha dejado muy buenas intenciones con más de una portada brillante, y algunas con sus amarillazos rojizos por contra supo quitarle dramas y demonios a los videojuegos y mostrándose abiertamente crítico con aquellos que se empeñaban en robarnos con el diezmo consentido de los derechos mientras esos del sguarre intentaban callarlos.
Aunque como toda cosa hecha por terráqueos también dejó alguna gamba digna de engrosar el cuadro de honor de la hemeroteca de los errores.
Viñeta de marzo de 2008
Sea como sea, lo que no se puede negar es que la gente del diario en esta etapa ha sabido conectar con un público harto de esos libros de estilo de hojas oscurecidas y amarillentas por el tiempo.
La ciencia, el cómic, el humor gráfico, el internet más cercano, el software libre, el cine, la cultura libre o no y algunos otros temas siempre maltratados en el resto de medios han tenido su tiempo y espacio.
Buena parte de «culpa» de esa conexión ha sido su siempre activa y límpia presencia en la blogosfera. Lo que no tengo muy claro es si no le estarán sobrando ya algunos estridentes políticos periféricos de esos de «rasgarse la camisa» para buscar machacar por donde puedan. Al fin y al cabo siempre fui tan primitivo que sigo convencido de que la sociedad la construyen los fontaneros, astronautas, electricistas, artistas, camareros, etc, y no sólo un puñado de agitadores de la opinión pública como a veces parecen querer hacernos creer.