Este país es la gran feria internacional del esperpento político, la capital mundial de lo rancio y la caspa.
De esta guisa es capaz de fotografiarse un representate de los ciudadanos, como alegoría sonriente de la falta de tripas.
Y si no tiene reparos en colocarse los cojones de un ciervo por montera, no me extrañaría nada que le importara tres de los mismos limpiarse algún orificio con cualquier cosa pública.
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