
Entrevista de Raquel García / Caricatura: Fran Cornejo. Publicada el 28/09/2015 en la desaparecida revista MLPZ de milapiz.es.
Juarma López es un humorista gráfico “atípico” de un pueblecito de Granada, Deifontes. No esconde quien es ni tampoco sus orígenes. Se dedica a la hostelería, a recoger la aceituna, a vendimiar o a la construcción.
Un sustento del que se siente orgulloso y que le permite dibujar lo que quiere, dar una patada en el culo a sus demonios. Es más, estudió Filología Hispánica, pero, está claro que su verdadera vocación es dibujar para expresar su rabia, porque si no lo hiciera lo mismo asegura, quién sabe, prendería fuego a las cosas.
Un creador diferente que apostó por la autopublicación, hijo de los fanzines y del tebeo, autodidacta del garabato. Cuenta con más de quince publicaciones, ha participado en numerosas exposiciones y sus tiras han podido ser vistas en la revista satírica “El Jueves”, “Cretino” o “El Batracio Amarillo”.


Para ir entrando en materia, en una entrevista que concediste al Ideal de Granada en 2012, te definías como “un artesano del cómic que dibuja para desahogarse”. Y la pregunta es: ¿desahogarse de qué?
Para mí dibujar es una forma de expresar mi rabia, de soltarla. Si no hiciera esto, igual me pegaba con todo el mundo o le prendía fuego a cosas. Intento hacer de mi ira algo útil. Escupirla en forma de chistes.
Le tengo un poco de asco a todo: a socializar, a enfrentarme a una realidad laboral desastrosa, a sobrevivir en una sociedad cuyo funcionamiento no comprendo… El humor es muchas veces la única forma que tengo de plantar cara a la realidad, de dar una patada en el culo a mis demonios.

En otra dices que te parece “penoso hacer un chiste amable”, y casi todo el humor que ves es así. Entonces, corrígeme si estoy equivocada, el humor blanco no te gusta. Y si es así, ¿por qué?
Me gusta el humor en general. Sobre todo cuando me llega al corazón o me toca un poco los cojones. No me gustan los humoristas que son amables con el lector, que se regocijan en una postura ideológica cómoda y buscan el aplauso fácil. Al menos en España es el tipo de humor que se estila, el que sobrevive en las revistas o en los periódicos. Joder, ya sé que los políticos son unos hijos de puta y unos corruptos. No me gusta comprar un tebeo o unas revista y que los humoristas me cuenten cosas que ya sé.
No me gusta el buenismo ni seguir la corriente y me interesan los autores que cuestionan la realidad de otra forma, porque ceñirse a la actualidad y a la opinión de la mayoría me parece, en cierto sentido, tramposo. Pero bueno, esto es una elección personal. No pretendo convencer a nadie de lo contrario y soy muy fan de que cada uno tenga una opinión propia.

Profundizando en esta cuestión, ¿cómo es para ti una buena viñeta?
Una que me haga reír, pensar o me enfade y no busque mi complicidad.

Tus personajes no son para nada idílicos, ¿crees que son más interesantes aquellos que se alejan de los convencionalismos sociales, que tienen más cosas que decir?
La realidad donde vivo no es idílica y las personas con las que me cruzo se parecen mucho a las que aparecen en mis tebeos. Intento plasmar eso, reflejar las cosas que tengo cerca en los chistes que hago.
No sé si tienen más cosas que decir que otro tipo de personajes, pero siempre muestran situaciones o ideas que puede entender cualquiera de las personas con las que comparto mi vida.


He leído por ahí que eres 100% autodidacta, y que tu aprendizaje lo has basado en muchas horas de trabajo. ¿Cómo han ido evolucionando esos garabatos, nacidos en los fanzines, hasta la actualidad? Son dibujos fuertes con personalidad, siempre fueron así.
Pues en lo básico, siguen expresando lo mismo, contando las mismas cosas y planteando los mismos conflictos. Ahora tengo más confianza, sé manejar mejor mis herramientas y me encuentro más cómodo y quizás sea esa la mayor diferencia respecto a mis principios.

Preparando tu entrevista, me doy cuenta de que no ocultas que trabajas en lo que puedes, a pesar de que estudiaste Filología Hispánica, cogiendo aceitunas o en la obra. Me imagino que no te va aquello de la pose del “artisteo”.
Es que no hay nada que ocultar. Estoy muy orgulloso de todas las formas en las que me gano la vida. Por ejemplo, estas preguntas las estoy respondiendo desde Methámis (Francia), donde estoy en la temporada de la uva de mesa.
No entiendo muy bien el concepto de “artisteo” porque apenas me relaciono con gente que haga arte. Tampoco le veo sentido a posar. Siempre intento mostrarme como soy, con mis defectos y mis virtudes. No encajo muy bien en ninguna parte y ya me he acostumbrado un poco a ser el perro verde en todos los ámbitos de mi vida. Y soy afortunado en eso.


Te destacas por la autopublicación. Concretamente, en tu haber hay más de quince trabajos utilizando esta vía. ¿Por qué? ¿De esta manera muestras opiniones que los circuitos tradicionales no publicarían?
Pues porque me resulta más fácil y más divertido, y si no hubiese empezado a autoeditarme tal vez ni estaría dibujando. En papel puedo dibujar lo que quiera. En internet, que ahora para mí sería algo así como el único circuito tradicional, no soy libre.

Carita de gitano con sida
“Carita de gitano con sida“ de Juarma. es de de esas cosas que compras con el gusto del que se rasca el culo a sabiendas de que será un recordar fanzines, un atragantarse de humor negro de muchos colores.
Has trabajado para El Jueves y supongo que muy original no soy, pero ¿cómo te fue en la revista?
Pues bien en unas cosas y mal en otras.

Tengo una curiosidad muy grande, ¿qué te pasa con Twitter, que has abierto y cerrado ya varias cuentas?
Llega un momento en el que me aburro y disfruto mucho lo de comenzar de cero. Uso las redes sociales para divertirme y como una especie de cuaderno donde anoto chistes y veo cuales pueden funcionar dibujados y cuales no.


Y finalmente, es una pregunta algo recurrente, pero creo que está bien ir rompiendo con imágenes preconcebidas. ¿Qué tópico te gustaría romper?
Sin duda, que las personas más cercanas a mí valorasen y conociesen mi trabajo. Que puedes ser de Deifontes o de una familia muy humilde y además expresarte con libertad.