Escalada armamentística, viñeta del 28/01/2022 en CTXT
El Doomsday Clock o Reloj del Juicio Final, también llamado Reloj del Apocalipsis ha movido sus manecillas 10 segundos.
Este reloj simbólico, creado por la Junta de Ciencia y Seguridad de Científicos Atómicos de The Bulletin, ha reajustado su minutero veinticinco veces desde 1947.
Es un diseño que advierte al público de lo cerca que estamos de destruir nuestro mundo con tecnologías peligrosas creadas por nosotros mismos. Es una metáfora, un recordatorio de los peligros que debemos afrontar si queremos sobrevivir en el planeta.
Cuando se creó el Reloj del Juicio Final en 1947, el mayor peligro para la humanidad procedía de las armas nucleares, en particular de la posibilidad de que Estados Unidos y la Unión Soviética se dirigieran hacia una carrera armamentística nuclear.
El coeditor Hyman Goldsmith pidió a la artista Martyl Langsdorf que creara un diseño para la portada de la edición de junio de 1947 del "Bulletin", el primer número publicado como revista y no como boletín. Martyl -como se la conocía profesionalmente- estaba casada con un físico, Alexander Langsdorf, que trabajó en el Proyecto Manhattan mientras estudiaba en la Universidad de Chicago.
Al principio, la artista pensó en utilizar el símbolo del uranio. Pero al escuchar a los científicos que habían trabajado en la bomba, mientras debatían apasionadamente las consecuencias de la nueva tecnología y su responsabilidad de informar al público, entendió el sentido de la urgencia. Así, dibujó un reloj para sugerir que no nos quedaba mucho tiempo para controlar las armas atómicas.
El diseñador gráfico Michael Bierut rediseñó la icónica imagen en 2007. También ese año, el Boletín tuvo en cuenta por primera vez en sus deliberaciones las posibles catástrofes provocadas por el cambio climático. Fuente.
Siempre que aparecen estas noticias sobre amenazas nucleares se nos invita a ir a jugar con el Nukemap para que comprobemos si quedaría algo de nuestro barrio en caso de que nos pegaran un pepinazo de los gordos.
Un repasito por algunas noticias de la semana
Estas noticias son solo unas pocas de las que fueron candidatas a viñeta y sobre las que tomé notas esta semana.
Ahí andamos, asistiendo a eso que llaman "escalada armanentística", que no es otra cosa que armar más y más a Ucrania. A la mierda el No a la guerra y todo eso. Desde España se van a mandar unos tanques Leopard, pero parece que más bien se va a tratar de un envío de chatarra que no estará más o menos operativa al menos hasta la primavera.
Uno de los presentadores más populares de la televisión rusa, Vladímir Solovyov, ya ha pedido "quemar Madrid" por el anuncio de España de enviar tanques a Ucrania. El colega, que calificó a varios países de formar el tercer Reich, lo dijo tal que así:
"Debemos quemar Berlín, París, Madrid, Londres, Washington. Las capitales de esos países nazis que han decidido entrar en guerra con Rusia. ¿Tenéis alguna duda de que esto es una guerra contra Rusia?"
Espero que nadie se sorprenda por escuchar cosas de este palo. Se han escrito tanto sobre las guerras, que cualquier cosa que puede decir no será más que una absoluta irrelevancia.
Es lo que tiene meterse en una, al final no es más que una actividad centrada en aniquilar al otro y arrasar su territorio sin detenerse en rollos humanitarios.
Defender a países agredidos va por barrios, sabemos de sobra que Israel puede cepillarse cientos de palestinos tiroteados o a bombazos cada cierto tiempo o cargarse unos cuantos iraníes que ni el tato pedirá enviarles armamento para que se defiendan.
Belicistas, viñeta del 22/01/2022 en CTXT
Y ya que estamos en Madrid, para variar, también coleó la tontería del vídeo infumable de la Comunidad de Madrid para promocionarla en Fitur. Entraron a jugar algunas figuras de la política (1 y 2) a cuenta de una parodia, más bien flojita. Los eternos límites del humor y los chovinismos en colisión, ya saben. Lo de siempre.
Un jubilado de 76 años de Miranda de Ebro, Burgos, al que ya llaman "Unabomber", fue detenido como presunto autor de las cartas bomba enviadas a Pedro Sánchez y a la embajada de Ucrania, entre otros organismos. Para la hemeroteca de las gambas quedará la pieza de The New York Times (escrito por fuentes intoxicantes USA) que decía que "Agentes rusos sospechosos de dirigir un grupo de extrema derecha para enviar bombas por correo a España"
Otra noticia falsa que dio mucho juego para chistear esta semana fue lo de que se había detenido el núcleo de la Tierra. Pues no, circulen. Pueden ustedes seguir tragando con divertidos titulares tan falsos como facilitos y sensacionalistas o detenerse un momento a intentar entender cómo funciona realmente lo que tiene dentro el esferoide este en el que vivimos.
No crean que no hay más mierdas falsas. También se leía esta semana que el PP, ni nadie, sabe dónde está Pablo Casado. Otro cebo para besugos porque Pablete (al que nadie echa de menos) estará en su domicilio, dirección que seguro conoce medio mundo. El tema es que le enviaron la notificación de una querella de la Generalitat a la sede del Partido Popular y los que curran en Génova 13 contestaron que «ya no tiene despacho» en el edificio y que «desconocen dónde se le puede localizar». Esta chorrada se ha retorcido hasta convertirse en noticia.
Lo que sí sabían en el PP era dónde estaba la manifa contra Pedro Sánchez. Allí acudieron ataviados con el tradicional fachaleco junto a sus colegas de la ultraderecha para llamarlo dictador portando banderas, algunas con pollo.
No podía faltar la ración de noticias chungas. En el paquete de esta semana se encuentra la movida del furgolista Dani Alves, acusado de violación. De momento, por las evidencias, parece que el asunto pinta bastante feo.
Yasin Kanza, un tipo marroquí armado con un machete, asesinó a Diego Valencia, sacristán de la Iglesia de San Isidro, e hirió a otras cuatro personas en un ataque en dos iglesias en Algeciras (Cádiz). La comunidad Islámica de España y la Junta Islámica de Córdoba publicaron sendos comunicados condenando el crimen.
Pero no todo es jodidamente escabroso. La Inspección de Trabajo le ha encasquetado a Glovo una nueva sanción por más de 56 millones de euros. Además de contratar a falsos autónomos. Glovo empleaba a inmigrantes sin papeles. No sé a qué espera el organismo pertinente en tratar a los propietarios de esta empresa como lo que son, delincuentes, y en disolver su organización.
Sin salir del maravilloso mundo de la empresa, los de la CEOE (la patronal del mal) han decidido apretar los puñitos y no sentarse con el Ministerio de Trabajo para hablar de una subida del SMI. Por otro lado, los adoradores de Juan Roig siguen enfadadísimos después de que Ione Belarra lo llamara «capitalista despiadado», pero lo dejo para otro post porque sobre esto sí hice un garabato.