Eso es al menos lo que se dice en el informe Digital News Report 2022 de Reuters que está basado en un estudio de YouGov para el que se han encuestado a 93.000 personas en 46 mercados que cubren la mitad de la población del mundo.
El informe, entre otras cosas, documenta la desconexión creciente entre el periodismo y el público con fenómenos como una caída en la confianza, un declive en el interés por las noticias y un aumento de quienes las evitan a propósito.
Además explora la polarización de las audiencias y el modo en que los jóvenes consumen información.
Entre las conclusiones destaca el desplome del interés por las noticias en España que ha caído 30 puntos desde 2015: del 85% al 55% en 2022.
La confianza y el interés por las noticias han disminuido en muchos países y esa desconfianza está muy relacionada con la injerencia de políticos y empresarios en los medios.
Este es un problema en Europa Central y del Este, y en países como España, Grecia e Italia, donde existe una fuerte tradición de influencia de partidos políticos sobre los medios de comunicación.
De los datos se desprende también que las audiencias más jóvenes acceden cada vez más a las noticias a través de plataformas como TikTok y que una agenda de noticias deprimentes está llevando a más personas a evitar las noticias.
Puedes descargar el informe completo (en inglés) o consultar los datos de España.
Anecdoticias, propaganda, opinión y entretenimiento
En algunos medios a menudo se deforma la realidad mezclando opinión y entretenimiento con algo que parece información, pero que no lo es.
Que los jóvenes accedan o lleguen a las noticias a través de TikTok tampoco significa exactamente que se informen a través de TikTok. Difícilmente se puede encontrar profundidad y contexto suficiente en píldoras de pocos segundos como para considerar que se está informado.
Un ejemplo más, que no el único, de esta decadencia bien puede ser el desmesurado y permanente interés de algunas cabeceras por ensalzar la imagen de determinados políticos usando como coartada secciones o suplementos de moda, belleza, gastronomía o cualquier otra miscelánea de soplagaiteces.
En definitiva, esta mezcla infumable de chorradas bajo titulares clickbait, sensacionalismos varios y trinchera política como herramienta de propaganda hacen que cada vez más personas, jóvenes y no tanto, estén huyendo de los medios tradicionales.
Y pocos se salvan. Incluso Reuters publica estupideces como esta en un intento ridículo de otorgar entidad de noticia a una nadería.