Fórmula 1. Viñeta del 27/01/2024 en CTXT
Pues ya está. El nuevo Gran Premio de España de Fórmula 1 se celebrará en Madrid entre 2026 y 2035.
Ya saben, Madrid, esa ciudad que aglutina las siete maravillas del mundo y que está a cinco minutos de Lugo, Marbella y Alicante y donde la libertad (y después todo lo demás) consiste en cepillarse el dinero del erario en lo que se le antoja a Ayuso y a sus amigos empresarios, expertos en rapiña, a los que arropa con cariño.
Si echa usted un vistazo a las apuestas, encontrará que muchos creen que aquí se va a derrochar pasta a capazos y se recuerda una y otra vez la escabechina del circuito de Valencia. Entre 2008 y 2012 Valencia albergó el Gran Premio de Europa de Fórmula 1.
Lo único que queda de aquel circuito urbano son los rastros del recorrido como vestigios arqueológicos de la corrupción y el mangoneo y un roto de más de 300 millones de euros de algo que prometieron que le costaría cero euros a los valencianos.
La historia, con sus pequeñas diferencias, se repite. Ahora vuelven a decirnos que todo esto lo van a pagar unos señores que tienen unas empresas y que todo se va a financiar con capital privado, aunque lo gestione IFEMA MADRID, que es un consorcio público-privado constituido por la suma de las acciones de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, la Cámara de Comercio e Industria y la Fundación Obra Social y Monte Piedad de Madrid
Sin embargo, desde el minuto uno ya están gastando pasta en sus mierdas escénicas para hacerse fotacas de esas que tanto gustan a los medios.
Pero qué importa, si esto es un gasto birrioso en comparación con esa cascada de millones de beneficios que irán al bolsillo del ciudadano y los trillones de puestos de trabajo que va a generar. Spoiler: NO, nunca.
Hago ¡zas! y aparecen sentados.
Ayuso posa descoyuntada a lo Walking Dead para ofrecer su mejor sonrisa. Al fondo, los primeros atrezos formuleros sobre un flamante circuito recreado a base de retales de tela gris.
En la presentación sólo eché de menos a Nacho Cano descamisao y excitadísimo aporreando una pianola y, aunque no tengo pruebas, pero tampoco dudas, estoy seguro de que algo ha tenido que ver nachete con este revoltijo.