La primera definición que escupe el buscador de esta redefinición por despiece del concepto de pobreza es la de la FAO y dice tal que así:
«Una persona padece inseguridad alimentaria cuando carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y desarrollo normales y para llevar una vida activa y saludable. Esto puede deberse a la falta de disponibilidad de alimentos y/o a la falta de recursos para obtenerlos».
También añaden la definición de hambre por separado, lo que alguien podría pensar que una cosa no provoca, o es provocada, por la otra.
Los defensores de este amplio catálogo de eufemismos en escala mantienen que son necesarios para «visibilizar» (otro verbo sobado y retorcido para no decir nada) la pobreza. No dejo de ver aquí un postureo etimológico e institucional que deforma realidades y presenta nuestras grandes y eternas miserias como nuevos y pequeños problemas aislados.
