Javier Ortega Smith, involución.
Por si alguien anda perdido o es de otro país, la cosa tiene relación con esta basuricia publicada aquí. Al diputado ultrafacha del careto de eterno cabreo le dejaron jugar a Rambo. Para ello le prestaron un arma de guerra, un fusil de asalto HK G36. El del ceño fruncido realizó sus despatarres marciales en un campo de tiro del ejército de la base de la Brigada Paracaidista en Murcia, postureo machuno que alguien grabó.