Tontolares, dícese de la chorrada resultante de escribir tontadas relacionadas con tonterías. Para empezar, la ensaladilla rusa no es rusa ni se inventó en Rusia.
Y usted podría pensar ahora, pero, hombre, no sea vinagre. Es sólo una cosa graciosa. Una anécdota pa reir y tal. Un chiste.
Pues eso, un chiste, malo y gastado pero un chiste. ¿Cuál es entonces exactamente la noticia aquí? ¿Un periodista local, amigo de la casa, ha visto un cartelito tonto en un restaurante o el propio dueño del establecimiento se ha encargado de enviárselo a los medios para rascar publi de gorra? En cualquier caso importa un soberano rábano.
Un chiste sólo debería ser noticia cuando desata una guerra o a alguien lo detienen, juzgan, encarcelan, apedrean (o algo peor) o recibe un premio de cierta importancia por él. La misión de la prensa no es contar chistes, pero la agonía por el clic facilongo y baratucho para redes sociales ha terminado de carcomer la mala imagen que tenemos de muchos medios, digitales "puros" o no. Y lo quieren arreglar contando chistes.