Le gusta alguien que ve en el autobus, nada extaordinario.
Le hace una foto, tampoco es extraordinario.
Lo busca en Facebook, menos extraordinario aún.
Lo encuentra, absolutamente nada extraordinario, es lo más lógico y normal teniendo en cuenta que Feisbu tiene chorrocientos millones de usuarios.
Esto hubiera sido noticia hace unos cientos de años, si le hubiera hecho un retrato a mano sobre un papiro, hubiera viajado por toda la comarca colgando el cartel con su dibujo en los árboles y hubiera aparecido el susodicho.
Otro Tontolar de esos en los que hablar de redes sociales parece que convierte cualquier cosa en algo.
Spoiler: al final la muchacha no se come un torrao.
Enviado por Miguel García.