Secuelas. Viñeta del 17/12/2017 en CTXT
Si hace unos años, no tantos, nos hubieran dicho que la moda y lo "kul" sería hacerse fotos y vídeos cometiendo delitos, faltas o infraccciones para luego repartir y pegar miles de copias de las pruebas por la calle para que se enterara desde un señor en Cajamarca hasta el comisario de tu pueblo, nos hubiéramos partido el pecho de risa y lo hubiéramos dado por imposible.
El tonto de las redes sociales en el fondo da ternura. Lleva su tontuna mucho más allá del límite de la confesión más infantil y despreocupada, reclama la atención, el aplauso y el calor de la humanidad como si de una competición mundial de gaznapirismo se tratara.
Uno de ellos, otro de tantos, fue el lechón torrentiano del tanque que, infectado por el virus devorador de neuronas conocido como el "¡A por ellos!", conquistó el puesto más alto en el Olimpo de los ceporros.