Desigualdades
Desigualdades. La viñeta de la semana en
La explotación se define como el uso injusto y ventajoso de una persona, recurso o situación para obtener un beneficio propio. En el ámbito laboral, se refiere a la relación de trabajo en la que el trabajador no recibe el valor justo por su esfuerzo, quedando una plusvalía o ganancia que beneficia al empleador. Este concepto es central en la crítica al capitalismo, donde se considera que la explotación surge de la apropiación privada de los medios de producción.
La explotación, en sus distintas formas, ha existido a lo largo de la historia de la humanidad, desde la esclavitud en la antigüedad hasta el feudalismo. Sin embargo, la explotación laboral moderna tal como la conocemos hoy se consolida con la Revolución Industrial en el siglo XIX. Con la emergencia de las fábricas y el éxodo rural, los trabajadores se vieron obligados a aceptar condiciones precarias, jornadas laborales extenuantes, salarios míseros y falta de derechos básicos, una realidad que dio lugar a las primeras grandes huelgas y a la creación de los sindicatos.
Este periodo histórico, marcado por una gran desigualdad, fue clave para el desarrollo de la teoría marxista, que situó la explotación como el principal motor de la lucha de clases. En la actualidad, aunque las legislaciones laborales han avanzado, la explotación persiste a través de nuevas formas de precariedad, como los bajos salarios, los contratos temporales, los falsos autónomos que trabajan para empresas de una también falsa "economía colaborativa" o la ausencia de estabilidad.
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