La televisión tiene sus inicios a finales del siglo XIX, cuando científicos como Paul Nipkow y John Logie Baird realizaron avances clave en la transmisión de imágenes. En 1900, Constantin Perskye usó el término "televisión" por primera vez. En 1926, Baird logró la primera demostración pública de televisión mecánica. A partir de 1930, se inició la transmisión regular de programas en varios países. Con la invención del tubo de rayos catódicos, la televisión evolucionó hacia sistemas electrónicos más eficientes, ganando popularidad global en las décadas posteriores y perdiendo calidad en sus contenidos a medida que pasaba el tiempo.
El panorama actual de las televisiones privadas es penoso. Casi todas tienen un subproducto que simula cierta pluralidad al que le dan un aire de socialdemocracia y progresismo suavito para convertirse en una cadena "atrapatodo". Las públicas tampoco terminan de ser ese servicio público prometido y derrochan dinero y recursos para competir por la audiencia y no se desprenden del lastre del control político del gobierno de turno.
No remite la basura. Siempre hay basura fresca. Nos gusta. Grandes hermanos, islas, mira quién vomita, debates de cuernos, tonadilleras, toreros machotes. Una piara de reos estrella, la casa de Eurovisión, el diario de Morticia y la tomatada del sábado. Pero es que también aparecen los polígrafos, los hay en todos los programas
Vincenzo Ricardo que recuerde es la tercera persona que la diña en los últimos tres años y se queda frente al televisor, no obstante el record lo sigue ostentando una mujer que permaneció frente a la televisión dos años y medio después de su muerte. Además, en este caso la tv de Johanna
El secretario de Comunicación del PP ha comparecido para denunciar el "atropello" cometido por el Gobierno con la reforma del sector audiovisual. Gabriel Elorriaga está convencido de que se trata de una "cortina de humo" para dar "apariencia de legalidad" a la emisión en abierto de Canal +, que sólo está pendiente del
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Dibujantes en problemas. 221 casos
