La viñeta del sábado 12/11/16 en CTXT
Los periodistas, ayudados de una nueva hornada de politólogos con pose de sabiondo, cientos de encuestas y mil tochos de opinión han mutado en videntes.
La insufrible altivez del opinólogo ha derivado en obsesión por adivinar el futuro. Anticiparse a los sucesos se ha convertido en la ruleta rusa del pedante.
Han sido videntes durante el tedioso proceso que terminó con un nuevo gobierno del PP y en sus análisis de las elecciones en EEUU, y han dejado un reguero de sentencias asegurando, en la mayoría de los casos, justo lo contrario de lo que finalmente ha sucedido.
Un día antes de que Donald Trump ganara las elecciones nadie daba un duro por él, pero apenas unos minutos después de conseguir la presidencia esos mismos ya tenían listas sus crónicas con sesudos análisis en los que desvelaban los secretos de su victoria.
Hace no tanto, era difícil conseguir una columna de opinión en un periódico. Incluso en uno local. No sólo había que escribir bonito, había que tener algo que contar. Eso se acabó.
Ahora basta hilar unas cuantas frases muy retuiteadas para arengar a su parroquia o un batiburrillo de proclamas manoseadas para mosquear a la del otro bando. Una legión de opinantes ha terminado por convertir la información en un mercadillo de gritones que aseguran saber el desenlace de todo.
Es complicado huir de todo ese ruido, pero se puede. Lo chungo es que los encargados de informar no quieren dejar pasar su ración de aplauso fácil y empotran cada día más opinión en sus supuestas piezas de información. Ya parecen parodias de esos contertulios que despachan sobre quince temas distintos en diez minutos.
¿Pero quién se va a resistir a un glorioso «ya lo dije» cuando los errores salen gratis y no hay límite para las apuestas?
Da igual, hay que seguir soltando cada día cuarenta, cincuenta, o más piezas con aspecto de noticia y por eso siguen arrogándose una autoridad moral e intelectual inventada. Mientras, continúan preguntándose cuál será el motivo de que su credibilidad siga en caída libre.