14 de abril
Esta semana ha sido muy dura en lo personal, llegaron esos días que te sorprenden y te sueltan una hostia gorda sin aviso, que te ponen a prueba, que vuelven a hacerte sentir las piedras bajo las suelas y que le quitan todo el hierro a todo aquello que normalmente nos parece relevante. Internet y sus ruidos desaparecen y muchas cosas deben quedarse en borrador.
Seguir trabajando con el tarro en otro lado, sin querer volver, es un examen cruel, pero al final sólo queda tragar aire y saliva y dejar que la inercia te recupere.
Que los sucesos de los últimos días tengan tanto simbolismo y coincidan con tanta fecha clave es la prueba de que vivimos en un contínuo show de Truman.
Cuando el niño Froilán se disparaba en un pie haciendo la instrucción para sus safaris futuros, muchos recordamos a Mitrofán recreando una romántica venganza de la naturaleza, la llamada de la selva devolviendo una bala perdida.
Pero para metáfora la que le esperaba al 14 de abril.


Despanzurrando elefantes
En África, ese mismo día, Juanca se descoyuntaba todo el fuselaje del empuje sexual en una arriesgado movimiento de madrugada. Algunos creen que fuecerca de la mesilla de noche.
Se encontraba en Botsuana, fusca en mano, abatiendo piezas vivas que se le ponían a tiro fácil. En una de esas coreografías pactadas a golpe de billetes públicos dicen que se hizo pupa. Después, ya saben, aparecen las fotos que rulan ya por todos sitios. Y como es normal, enseguida llega el habitual y saludable recochineo, gráfico y escrito.
Luego volvería a Suspaña en un jet privado, fletado para la cacería, ya que el médico no aconsejaba que hiciera el camino de vuelta en mountain bike.
Clic para engordar instantánea de 2006
Sorprendían los sorprendidos, como si hubiera algo de novedad en todo esto.
Pero lo que no sorprendió tanto fue el ritual de mamporrerismo periodístico. Tampoco importa de qué año son las fotos. Si el abuelo no se hubiera resquebrajado por la mitad es muy probable que hubieran pasado silenciosamente, sin debate público, al álbum familiar.
Y mejor no preguntarle a su prole, porque para volver a presenciar otro azucarado peloteo, mejor dejarlo reposar en su clínica privada. Esa que ya ni falta hace falta mencionar de tanta publicidad que se le ha hecho durante décadas.
Llamar "afición cinegética" al arte de matar animales por placer, ocio y capricho, es como hablar de "vida social" al acto de irse de putas.
Clic de engorde
Llegó y pasó otro 14 de abril y lo celebré adoptando a dos animales, para compensar el número de los que mueren a manos de esos que siguen llamando deporte, o incluso arte, al asesinato.
Buena, muy buena la metáfora.
Y yo también me enciendo viendo a dos animales magníficos yaciendo inertes al lado de otros dos animales menos magníficos que sonríen con alevosía, seguros de su triunfo. Es lo que tiene la falta de inteligencia emocional, pero... ¿Para qué la necesitan? Están apoyados por miles y miles de animales (en éste caso, ovejas) que tampoco la tienen.
¿A dónde vamos a llegar?, Se ha puesto en duda hasta la virilidad del Sr. Ranna.
A mi se me parece a la madre de Urdangarin.