Aparcando el blog

Dibujar es una actividad solitaria y si a eso le añades la intención de mantener y atender un blog de actualización diaria ya casi tienes un trabajo eurocampeón de 65 horas.

He sacrificado ya muchas cosas para poder seguir haciendo eso que me gusta y me hace sentir bien, viñetas,  pero aquí no caben dramas que es un sitio de humor. Lo decidí yo.

Aparcar un blog en muchas ocasiones puede ser una necesidad, aún cuando al día siguiente, o la los cinco minutos, sufras síndrome de abstinencia o quieras desdecirte, es sano y necesario pararse para reorganizar las tropas.

Que «le de vacaciones» por tiempo indefinido a esto no quiere decir que deje de hacer viñetas diarias, ni puedo ni sabría cómo decirle eso ni a estos ni a estos ni mucho menos concibo mi rutina  sin un lápiz.

Por eso dejaré de actualizar el blog con entradas de texto con la frecuencia y cantidad (progresiva) que venía haciéndolo desde enero de 2005.

Añadiré cada día un post, sólo contendrá la viñeta que es para lo que en un principio inauguré el chiringuito.

Además haré incursiones espontáneas cada vez que lo necesite o si hay una emergencia nacional o mundial o si la masa se acerca en manifestación gritando ¡Podemos!

Intentaré  invertir algo más de tiempo en darle un empujón a una idea en la que aún confío y procuraré hacer crecer o al menos mejorar esto.

Me he saltado algunas cosas que tenía pensado decir, pero estoy seguro que de una manera o de otra acabaré diciéndolas.

Lo dejo aquí aparcado y abierto, pueden trastearlo pero por favor no lo multen, que no está abandonado y no escriban eso de «lavalo, guarro, que no encoge«. Vuelvo enseguida.