Los cómicos rusos Vladimir Kuznetsov y Alexey Stolyarov (Vovan y Lexus) consiguieron entrevistarse con el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida haciéndose pasar por el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko. El vídeo íntegro resultante de la broma fue subido a Rutube.
La chufla sólo confirmó lo que ya se sabía, que Martínez-Almeida, además de un patán, es mala gente.
Durante la conversación de 17 minutos, plagada de situaciones realmente surrealistas donde lo llaman carapolla y le recuerdan pasajes ridículos de sus actuaciones deportivas, el mierdas de Almeida llega a comprometerse a deportar a los refugiados ucranianos cuando el humorista asegura que los refugiados «no deberían relajarse en las playas de España, ahora su trabajo es morir en el campo de batalla o ganar esta guerra«, cosa que Almeida aprovecha para vender la «capacidad de transporte» de Madrid.

Desde el Ayuntamiento solo confirman la veracidad de la charla y que «Cuando nos dimos cuenta, se cortó la conversación», sin dar más detalles y dicen haber presentado una denuncia por la suplantación de identidad de Vitali Klitscko, ya que al parecer se usaba un vídeo (o deepfake) del alcalde de Kiev.
Ya les adelanto lo que pasará. Lo de siempre. Absolutamente nada. El subhumano de Almeida añadirá más puntos de popularidad y votos entre los de su parroquia y algunos otros mientras el entramado cavernario-cloaquero de medios fachas (y otros que aseguran no serlo) se encargará de que así sea.
Cospedal y el espía ruso Puigdemont
Esta pareja de humoristas, expertos en colársela a personalidades de todo el mundo, son los mismos que en 2017 le tiraron de la lengua a María Dolores de Cospedal durante doce largos minutos en otra broma telefónica para el recuerdo.
Uno de ellos hablaba en nombre del ministro de defensa de Letonia y le contaron cositas muy locas de reir sobre la movida del procés en Catalunya, el agente «Cipollino» (Puigdemont) y su relación con el espionaje ruso.
Luego, Cospedal se pegó el pegote diciendo que le pareció raro y que no volvió a llamar, pero sí. Lo hizo.
Otro punto clave es cuando le hablan de Bandera y el batallón AZOV. Como parece que no ha oído hablar de ninguno de los dos (lógico con el primero, pero el segundo ha aparecido en incontables ocasiones en los medios últimamente), le cuentan que combatió durante la II GM contra los soviéticos y los judíos. Y no le saltan todas las alarmas. O no tiene ni repajolera idea de contra quién luchó la Unión Soviética, o bien le parece estupendo honrar a un nazi.
Sí, hasta le da las condolencias por la muerte de Bandera como si hubiera muerto ayer. Ni puñetera idea de nada. El retrato que deja Almeida es tan triste como vergonzoso.