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No es la primera vez ni será la última que encuentre un panfleto así. Pero la redacción de fantasía de este me llamó la atención.
Leyendo varias veces la historia de este supuesto "viaje sorpresa" sigo sin verle ni pies de cabeza, supongo que los que las escriben son expertos en eso.
Y el objetivo parece claro, captar colectivos débiles o en situaciones desesperadas. Y niños, un paquete muy interesante.
El cáncer abre el texto entre admiraciones y se extiende rápido, también entre admiraciones. El drama es el mejor escenario para el reclutamiento.
No hace falta comentar el resto de la historia, no dicen ni afirman, sugieren, dejan caer.
La pauta es estar siempre al filo de la mentira velada vestida de confusión. No es extraño que alguien que lea este cuento relacione que creer en no se sabe qué vaina pueda tener alguna relación directa con la curación del cáncer o en la posibilidad de superarlo gracias a las enrevesadas pócimas argumentales de esta iglesia.
El cierre es un maravilloso cebo envenenado para personas sin esperanzas. La salvación.

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El objetivo de este panfleto y cualquier intento de imbuir la fe a niños de corta edad, que no han desarrollado su sentido del juicio, es una forma velada y permitida de maltrato infantil.
Consiguen fieles (adolescentes nada menos) manipulando de una manera perversa y sibilina. Debería denunciarse pero, claro, con la Iglesia hemos topado.
Jajajaja, hay un detalle que la Iglesia olvida, se llama ciencia y gracias a ella cáncer no es sinónimo de muerte.