Colores, viñeta del 14/01/20023 en CTXT
De aquellos lodos, estos plásticos. Sólo cambia el color y el material, pero se vuelve a repetir el mismo guion.
Estos días nos han contado hasta que escribir o decir pellets no está bien porque es un extranjerismo (como si fuera el primer y único anglicismo que nos encaloman los medios) que lo correcto es decir pélets, así lo volvió a recordar la FUNDEU apretando muy fuerte sus muy españoles puñitos ortográficos.
En los primeros compases de la marea blanca, para lo que no parecía existir consenso era para admitir que esas pequeñas bolas blancas de plasticucho eran cuerpos tóxicos absolutamente ajenos al ecosistema y hasta llegó a asegurarse que eran comestibles e incluso nutritivos.
Cuando vieron que decir que eran poco menos que lonchas de jamón de pata negra ya no colaba, pasaron a decir que eran inertes. Esto también es mentira.
Ningún microplástico (ni plástico) es un material inerte. Es cierto que no reaccionan con el agua, ni se pegan al sustrato como haría el petróleo, pero están hechos de compuestos químicos que tienen en su composición aditivos como los ftalatos o el bisfenol A, que son tóxicos y perjudiciales en caso de ingestión, ya que pueden transferirse al animal que lo consuma. Es un error llamarlos “inertes” porque implica considerarlos no tóxicos y esto no es correcto.
Fuente: Lo que sabemos hasta ahora sobre el vertido de pélets de plástico en Galicia / The Conversatión / 8 de enero de 2024
Antes de llegar a este punto, mientras que cientos de voluntarios doblaban el lomo para limpiar las playas, se producían cientos de improductivos, infantiles e infinitos debates intentando comparar y descomparar lo de las bolitas con lo del chapapote.