De vuelta

Rodrigo exprimiendo sus contactos para encontrar trabajo

El día 20 de noviembre de 2012 me dieron el preaviso de dos meses en el diario. El próximo 20 de enero de 2013  finalizará mi contrato con ellos y salvo que, el rey, o millones de lectores les presionen y se retracten, se habrá acabado. Así que me quedan 10 viñetas.

Cuando recibí la noticia pasé por todos los estados de ánimo que se presentan, todos muy familiares, no en vano llevo décadas  siendo despedido por la misma causa, caída de ingresos publicitarios, con crisis y sin ella.  El miedo gordo esta vez es la situación del mercadillo laboral con el que que toca enfrentarse ahora.

Esto ha tenido mucha culpa de que haya ido dejando un poco aparcado el fururku,  ese ambiente general e  inevitable  de apatía y desesperanza, la misma que los publicistas se empeñan en maquillar de positivismo en los anuncios de embutidos o gaseosas.

Empecé a currar con periodicidad semanal, el 30 de abril de 2009 con esta viñeta , el 1 de septiembre de 2011 me ampliaron la colaboración a viñeta diaria, de lunes a viernes. Cuando termine, se habrán publicado 481 viñetas.

No tengo quejas que merezcan ser catalogadas como tales, ha estado bien. Entre lo positivo, destaco que las viñetas del diario resultaron finalistas a los premios Haxtur, incluso algunas de ellas aparecieron en algún informativo de alguna tele. Un montón de pequeñas alegrías, anécdotas y algún enfrentamiento por opiniones.

Han sido valientes, buenos pagadores y siempre cordiales en el trato. Desde hace aproximadamente un año ya no se envían por correo , los dibujantes publican directamente, esto da una sensación de libertad absoluta. Nunca me impusieron los temas, ni siquiera los sugirieron. No escondo que alguna que otra fue discutida (curiosamente por los temas rancios de siempre)  y sólo una fue rechazada (se publicó aquí en su día y pasó desapercibida, nadie se molestó por ella).

Así es como, poco a poco, fui intimando y conociendo la línea editorial y sus giros, sin dejarme nunca atar por ella.

Intentado ser lo más justo posible, no hay peso suficiente de sinsabores en la balanza para sentirme mal con la empresa. Lo echaré de menos.

Y si Rodrigo Rato, tras dejar Bankia hecho una mierda,  ha encontrado un curro guapo,  no creo que tarde en aparecer el mío. Mientras eso sucede, volveré a la rutina de publicar en casa, que es el mejor sitio para hacerlo.

Esta fue la viñeta que publiqué el día que me avisaron del fin de la relación, aún no he pensado la que haré para el último día.