Decreto de transparencia de la Casa Real. Viñeta del 30/04/2022 en CTXT
En diciembre de 2020, Pedro Sánchez anunció una «hoja de ruta» para la renovación de la monarquía, lo dijo sin reirse. Pues el paripé ha entrado esta semana en una nueva fase.
Hace unos días Felipito confesaba por «decisión personal«, dicen en los medios, la pasta a la que asciende el conjunto de sus bienes; 2,5 millones de euros en los que se incluye los saldos de sus cuentas, obras de arte y joyas. Lo normal de los reyes que madrugan y lo dan todo con el sudor de su frente. Un gran ahorrador que no gasta ni un céntimo en nada que no paguemos nosotros.
Un día después, se publica en el BOE el Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto 434/1988, de 6 de mayo, sobre reestructuración de la Casa de Su Majestad el Rey.
La única novedad que, contertulios, fans y palmeros varios del preparao han destacado, como si se tratara de una modernización de la hostia, es que el Tribunal de Cuentas auditará las ídem de los borbones.
Es tan ridículo como aplaudir que pongan un policía en una esquina o un juez en un juzgado porque al final felipito podrá decir, cuando le dé la gana, lo que dice que tiene. O no. Fiarse de la palabra de un borbón es el mayor acto de ingenuidad que puede practicar un español.
