
Este es un caso especialmente curioso. Djamel Ghanem, dibujante del diario argelino La Voix de l’Oranie, al parecer fue denunciado por el director de su propio periódico ante un juez de instrucción de Orán.
Según su abogado, se enfrentaba a una condena de 18 meses de prisión y al pago de una multa.
Pero ambas partes ofrecieron versiones diferentes. El diario mantenía que Djamel había hecho “abuso de confianza” y “acceso fraudulento al sistema automatizado de datos”. Fue el fiscal, quien después de conocer el caso, acusó a Djamel Ghanem de “insultar al presidente” en una viñeta que fue publicada en Internet y después borrada.
La defensa del dibujante defendía que la dirección del periódico fue la que presentó una denuncia por “insultar al presidente” y que la viñeta era una versión sin firmar que no se había publicado, que se encontraba entre los archivos personales del ordenador de Djamel Ghanem y en la que ni siquiera se dibujaba ni mencionaba al presidente.
Tras varios meses de proceso fue declarado no culpable de ofender al presidente. En marzo de 2014, se leía que Djamel Ghanem pensaba pedir asilo a Francia para evitar la persecución.