
Determinados medios se empeñan en mantener el invento político de la crispación y sirve cualquier cosa. Mientras a finales de 2005 en Francia le metían fuego al menos a 900 coches tuvimos que escuchar que eran inmigrantes desarraigados "de cuarta o quinta generación", franceses "no arios" quisieron decirnos entonces.
Ahora, el fuego vuelve a las calles en Francia tras la derrota de Ségolène Royal y aquí algunos medios sueñan con los "fuegos progres". Se les escucha ansiosos esperando ver socialistas quemando carros en los pueblos de España para poder volver a pintar de color catástroficas premoniciones la campaña electoral.
Las llamas iluminan ya la media sonrisa conspiranoica del Sarkozy pepero que por fin puede hablar de vandalismo socialista.
Se demuestra una vez más que en todos sitios cuecen coches.
No creo que sea para tanto. Hay que matizar las cosas, ni lo uno ni lo otro. Seguramente el vandalismo que hubo en Francia (por llamarlo de laguna forma) fue fruto de radicales. No hay mas.
Habra que ver como lo hará el vecino francés. Démosle el privilegio de la duda, al fin y al cabo no importa de donde seas, sino como seas.
La Zapatera se ha quedado con el culo al aire. zETApé la ha gafado bien gafada el ********
Las fotos del gafeamiento y la gabacha en pelotas en https://web.archive.org/web/20070714043502/http://fotochop.bitacoras.com/archivos/2007/05/07/monsieur-zetape-vous-etes-tres-gafe
Creo que antes de valorar a Sarkozy hay que esperar a lo que haga como presidente del gobierno francés.
De todas formas me parece vergonzoso que haya gente que reaccione así ante unas elecciones democráticas, además deberían saber que ese tipo de cosas son bazas a poner en juego por los que se ven beneficiados. La política es así... un juego a ganar.
Hola a todos:
Lo mas curioso de todo es que ayer la Sexta en el informativo de mediodia decian que eran los seguidores de Royal los que estaban quemando los coches. Suerte que esa tele parece que es afin al PSOE, que si llega a ser otro medio...
Saludos a todos.
Si es que... ¡no ganamos para sustos!