Gobernar a golpe de crucifijo.
El presidente del grupo municipal del Partido Popular de Catalunya en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz (hermano de Jorge Fernández Díaz, ministro de Interior) dejó una de las frases más absurdas que recuerdo, si bien la competición está muy reñida estos días, consiguió soltar una de las chorradas más retorcidas de los últimos meses:
"Censura navideña"
Y el motivo no es más que el retraso de 10 días en encender la parafernalia bombillera de Navidad. En lugar de iluminar el 21 de noviembre, como sucedió el año pasado, se hará el 1 de diciembre.
Y es que la obsesión del Partido Popular por toda cosa relacionada con la religión, sus fiestas y saraos, es enfermiza.
Prioridad, procesiones
El miércoles 14 de octubre, en la última Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados de esta legislatura, el PP, atendiendo siempre a lo importante, planteará la declaración de la Semana Santa como "Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial" a través de una proposición no de ley.
La carrera por institucionalizar las creencias de algunos va mucho más allá del acto ridículo de condecorar vírgenes, invocarlas para pedirles que solucionen problemas económicos o ir metiéndolas en cuña en la educación. Se trata de encalomar la religión a hierro en todos las parcelas de lo público.
¡Viva la Virgen del Carmen!
Y sí, el absurdo siempre puede ir más allá, basta ver esta intervención en el Senado español, se trataba de la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del 16 de julio de 2015.
Pedro José Pérez Ruiz, senador del PP, secretario de la comisión y antiguo alcalde (1991-2007) de San Pedro del Pinatar (Murcia) aprovecha para gritar: ¡Viva la Virgen del Carmen! para que conste en acta.
El estado laico WTF español en su máximo explensor (y en acta)