Otro boceto para la España Fantasma que se quedó en el cajón
Además de los motivos para comprar este libro, que expone el impulsor de la idea, se me ocurren algunos otros.
Tengo muy claro el concepto de autoedición, llevo un buen montón de años practicándola, como es natural, de mi bolsillo. Tampoco es la primera vez que divago sobre las muchas polémicas eternas que se montan alrededor de todo movimiento solidario basado en colaboraciones altruistas y las distintas formas de pedirlas y lo apretado que resulta no pillarte los dedos invirtiendo tu tiempo, trabajo y muchas veces pasta para sacarlo adelante.
También me pican las teclas por dar un poco de cera a las editoriales de pensamiento analógico y prehistórico y para esas otras que lo pintan todo de colores "2.0" y luego esconden el ya conocido modelo de "lo mucho para mi, las migajas para ti" pero eso lo dejaré para otro día.
Colaborar es algo que se debería hacer sólo desde el convencimiento absoluto, pero sobre todo considerando el proyecto un poco tuyo, de todos y de nadie.Y esto es lo que me pasó con "La España Fantasma"
Por eso he fotografiado y dibujado, y he promocionado este libro además de comprar un par de ejemplares, como muchos otras personas para regalar uno, no necesariamente en navidad.
Me sirvió de excusa para pasear por Cádiz "deshabitada" por unas horas sin sentirme solo, me sirvió para conocer a Fernando, un traumatólogo amante de su curro que me contó un buen puñado de anécdotas y gran parte de la historia del edificio del hospital, en completa calma, por el que me invitó a una visita guiada.
Pero lo que en el fondo importaba es que de algo le servirá a otros.
una idea brillante