Macarras populares
Hoy se habla de esta salida de tiesto del paleto de Carmelo Romero Hernández, diputado del PP y alcalde de Palos de la Frontera (Huelva) desde 1995.
Tras una intervención de Iñigo Errejón acerca de los problemas relacionados con la salud mental y tras preguntar a Pedro Sánchez sobre la accesibilidad a los tratamientos para la salud mental durante la pandemia y el confinamiento, al diputado popular no se le ha ocurrido otra cosa, cual becerro que embiste, que soltarle a grito pelado un sonoro «¡Vete al médico!«. Por el historial del paleto, este nuevo rebuzno ya no debería sorprender.
Las supuestas disculpas han llegado usando el formato genérico habitual del que no le queda más remedio al tiempo que niega la mayor tirando de frases hechas y expresiones vacías propias de estos casos. «Frase desafortunada», «no era mi intención», «soy muy buena persona», «yo tengo amigos enfermos» y lo dicho ahí queda vomitado sin más consecuencias.
El tipo ha redactado tres tuits, que ni ha sabido hilar, para salir al paso ( 1 – 2 – 3):
«Pido disculpas al señor Errejón por el comentario que he realizado en la sesión de control al Gobierno. Ha sido una frase desafortunada.
En ningún momento ha sido mi intención referirme ni a los enfermos ni a las familias de las personas con enfermedad mental, a quienes reconozco su dolor y a los que siempre he intentado ayudar desde mis distintas responsabilidades, como es reconocido por las distintas asociaciones de Huelva».
Esto no es más que otro apunte más en el gran libro de las macarradas del Partido Popular, una nueva versión del infame «‘¡Que se jodan!» de Andrea Fabra (hija de Carlos Fabra) o aquel otro bonito «¡Os jodéis!» de Carmen Martínez Castro, secretaria de Estado de Comunicación en el Ministerio de la Presidencia de España desde 2011 a 2018 que se suma a otras tantas basuras como muestras históricas del verdadero retrato del Partido Popular.
Lo llevan en el ADN, en el PPN, en el Fuerza NuevaN y en Cara al SolN.