Medios de gestación. Viñeta del 01/04/2023 en CTXT
Cuando compras algo en una tienda, que es lo que son las empresas que se dedican a estos asuntos, lo que obtienes es un producto.
Ya se puede retorcer el acto con cualquier pornografía sentimental, pero es lo que es. También se puede usted poner de canto y decir eso tan socorrido de que es un tema "complejo" y que no lo tiene claro.
Basta darse una vuelta por cualquier web de una de estas empresas para comprobar que la compra se cierra con un contrato mercantil, se recibe una persona con su factura como el que compra cualquier otra cosa.
Algunos de estas tiendas de niños tienen hasta una carta con distintos paquetes y servicios adicionales DELUXE y garantía VIP, para que usted pueda comprar un artículo Premium a su gusto, incluso con tarifa plana de intentos.
Estos negocios, imposibles en España porque la gestación subrogada es ilegal, aunque puedes inscribirlo si lo compras en un país donde es legal, tienen a una serie de mujeres que gestan el producto para sus granjas y que reciben una parte del precio final. Desconozco cuánto ganan estas personas y el régimen en el qué cotizarán, si es que lo hacen. Posiblemente en el de "personas necesitadas que se buscan la vida como pueden".
Un negocio como otro cualquiera, que para eso existe el libre mercado, asegura el ultracapitalista al uso.
En el caso de Ana Obregón lo mercantil va mucho más allá. Realiza la compra previa venta y explotación por despiece de cualquier cosa relacionada con la criatura adquirida, que para eso la ha pagado.
Y es que Obregón ha sido madre y abuela en apenas una semana. Primero la revista lo vendió como un hijo, luego como un nieto (aunque legalmente es su hija y así aparece en su pasaporte). Qué más da, la cosa es estrujar el producto porque estas cosas no son baratas.
No me cuenten milongas sobre supuestos derechos sagrados a la maternidad de paganini en vientre alquilado, aquí manda sólo la pasta y los posibles de los más pudientes. En Portugal, con su ley altruista de gestación subrogada, sólo se ha registrado un caso en dos años.
Esta mujer ha comprado un niño porque quería demostrar que podía y porque vivimos en un mundo en el que cualquier cosa tiene un precio. Para eso es preciso seguir aumentando la brecha entre ricos y pobres asegurando así cualquier mercado. Este sólo ha sido el último capricho de la famosoide a la que le sobran los cuartos y ya no sabe en qué gastárselos. Ahora toca pasear el trofeo y explotarlo a base de posados y entrevistas a cual más pastelosa.
Eso sí, todo bien envuelto en retorcidas justificaciones sentimentales para darle un guión vendible a la historia y que no parezca lo que es, una simple y siniestra operación mercantil.
Una de las cosas que más molesta a las personas que compran niños es justamente esa, que se llame a la cosa como lo que es.
Personalmente, como los naranjitos, yo sí aprobaría los vientres de alquiler si son sin ánimo de lucro.
Pero para que no haya picaresca de por medio, lo restringiría un poquito más: que sea entre familiares directos (padres-hijos-hermanos. Primos, si me apuras mucho) y que ambas partes tengan un nivel socioeconómico similar.