
Los mensajes de campaña se infantilizan más allá de sus límites tipográficos, sometidos a esa mercadotecnia para el impacto borreguil que busca el contagio del infantilismo de la S de Supermán.
Dos letras, luego una...lo siguiente bien podría ser un punto, una coma, un sonido, un eructo corto, un gruñido "padentro", un parpadeo o un estertor mudo.
Hasta hace no mucho las campañas tenían por finalidad principal que nos aprendiéramos de memoria el nombre de ese candidato casi desconocido por las masa, el resto daba lo mismo, el color del partido hacía el resto por tradición.
Pero cuando se agota el nombre y ya suena a continuismo hay que convertirlo en una marca, como un refresco de verano con un sabor revolucionario o ese nuevo modelo del teléfono de moda al que solo le han cambiado la ubicación de un botón.
Iniciales de personas convertidas en iconos pop que anuncian un nuevo mundo y que entierran todo pasado propio para airear el pasado ajeno.
Votar unas siglas y pensar en una letra. Nunca lo tuvimos tan fácil.
El primer diseño me parece mas bien ingenuo basado en lecturas juveniles _el zorro, zipi zape...., cargado con una doble lectura la Z en rojo.
En la "R" de Rubalcaba el rojo se torna a negativo lo que sugiere pureza de raza, su tipografía me recuerda mucho a las marcas de ganado http://t.co/pswqbhp
PSOE y PP, la misma mierda es
R y ZP, la misma mierda es
Como dirían los de caca-cola: ¡sabe igual!