
Tapar la ciencia con un dedo. Viñeta del 20/04/2025 en CTXT
Milei prohíbe a los meteorólogos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) usar los términos "cambio climático", "efecto invernadero" y "calentamiento global" en cualquier nueva publicación o usar estas palabras en público. Incluso ha llegado a eliminar varios comunicados y notas de prensa antiguas en las que se usaban. Entre otras estupideces, Milei cree que el uso de estos términos es "ambientalismo fanático".
Según el personal del SMM, el negacionismo sólo es una pequeña parte del plan para desmantelar este organismo, que pasa por capar su autonomía y financiación además de una batería de recortes de presupuesto y despidos.
En 2024, más de 100 trabajadores del SMM fueron despedidos, casi un 15% de su personal. La falta de expertos afectado a la emisión de alertas e impide cubrir las necesidades de las 125 estaciones meteorológicas del organismo. Ya entonces se hablaba de que la cifra de despedidos podía ascender a 670.
Y pasó lo que tenía que pasar. En marzo, un fuerte temporal que dejó alrededor de 300 milímetros de lluvia en un lapso de ocho horas en Bahía Blanca (Buenos Aires) provocó el desastre y el caos. En apenas ocho horas, llovió casi la mitad de lo que suele caer durante todo un año.
El balance fue de 17 muertos, unas 1400 personas evacuadas, colapso hospitalario y gran parte de la ciudad sin luz. Como era de esperar, las alertas del Servicio Meteorológico Nacional llegaron tarde. La mayoría ni se enteró de lo que se les venía encima. ¿A qué nos suena esto?
No por conocido es menos indignante. El paleto peligroso de Milei ya anticipó sus intenciones en campaña. Durante el último debate presidencial, aseguró que el cambio climático es parte de un ciclo natural de la Tierra y que culpar a la humanidad era una estrategia de investigadores y organizaciones ambientalistas para recaudar fondos.
Durante sus primeros días en el Gobierno aseguró que el cambio climático es un invento para justificar impuestos y financiación a “vagos socialistas”
A esto hemos llegado, muchos fanáticos han asumido con normalidad que se cuestione, incluso que se desprecie el trabajo de los científicos a bulto en debates políticos entre ignorantes para dar crédito a tarados como Milei con discursos ridículos carentes de todo argumento racional.
Estos días, no pocas personas que se consideren racionales y con cierta cercanía ideológica con este tipo de elementos, no sabrán dónde esconderse ante los discursos anticiencia de Milei o bien evitarán pronunciarse y tendrán que asumir con resignación fanática la estupidez negacionista como un daño político "colateral" necesario.
Milei es otro samugo más de esa "nueva" piara de dirigentes que pretende convertir la ignorancia en una ciencia.