Pactos PP-VOX. Viñeta del 17/06/2023 en CTXT
Tú y yo lo sabíamos, por mucho que PP y Vox se pronunciaran a gritos, pero con la boca chica, en contra de lo de arrejuntarse. El resultado de las elecciones municipales ha dejado en evidencia a ambos partidos.
El Partido Popular, después de que Feijoó diera la matraca con de lo de que debe gobernar la lista más votada, ha vuelto a abrir los brazos a Vox para achucharlo con ternura.
Finalmente, 187 ayuntamientos se constituyeron con algún tipo de alianza entre el PP y Vox. En 53 de ellos la lista más votada fue del PSOE. Así que el PP es el partido que más alcaldías de grandes ciudades ha conseguido sin ser la lista más votada.
Y que nadie se sorprenda ahora, esto tiene efectos inmediatos.
Así, en Nàquera (Valencia) Vox y PP acordaron prohibir las banderas LGTBIQ+ y las concentraciones contra la violencia machista. El pacto de gobierno consta de 20 medidas donde se incluye también que las concentraciones contra la violencia machista sean "Contra la violencia" o "Condenamos la violencia" y se crean concejalías con delegaciones como "Festejos Taurinos", "Caza" o "Familia y Vida" que gestionará Vox.
El PP vuelve al centro. Viñeta del 13/03/2022 en CTXT
Ahora deben aceptar todo el paquete de basuras de la ultraderecha y empezar con los juegos malabares para intentar que no parezcan lo que son, pero lo tienen difícil por no decir imposible. Además, a Feijoó le traiciona el subconsciente.
El lenguas de Vox, Jorge Buxadé, volvió a repetir que el género es un concepto "ideológico" y adelantó que quiere la derogación de la Ley de Violencia de Género para su sustitución por una "ley integral de protección de las mujeres y las familias".
Involución pura y dura bajo la apariencia de una reforma de las palabras que borran los problemas concretos para convertirlos en algo genérico, violencia de marca blanca.
Esta es sólo una batallita más de su más que conocida guerra etimológica. Recuerden aquel paripé de desencuentro de 2019 entre Almeida y Ortega Smith.
Para los ultrapaletos y zafios del chiringuito, la solución a todos los problemas de España pasa por ponerle nombres neutros, pero muy patrióticos, a todo. Así son los de Vox y sus amigos, sus ideas son menos profundas que un charco sobre una moneda.
Esta semana que se fue nos dejó esta gran boñiga del diputado y número dos de Vox por Valencia, portavoz del grupo en la anterior legislatura y posible presidente de las Cortes Valencianas, José María Llanos que aseguró: "La violencia de género no existe, la violencia machista no existe".
Poco después haría un amago de algo que llamó rectificación para convertir dos mierdas en mierda y media.
Busquen una butaca mullida y háganse con una buena cantidad de palomitas porque las obras de ampliación de las tragaderas del PP van a ser espectaculares. El sapo más pequeño a ingerir pesará varios cientos de toneladas.
*María Guardiola se refiere a esto.
Pero no se emocionen ustedes, que ni una semana le ha durado a Maria Guardiola la "rebeldía" impostada y ha recitificado. De cien a cero en dos segundos en marcha atrás.
Ahora dice que busca un gobierno en Extremadura con "respeto" a Vox y que "es imprescindible el diálogo y el acuerdo" con la ultraderecha y su asesor de prensa ha dimitido (una forma de hablar, ya saben).
Y por si no estuviera todo convenientemente enfangado, ahí tienen a Carlos Flores Juberías, candidato de Vox al Congreso por València, que considera que su condena en 2002 por violencia psíquica contra su exesposa delante de sus hijos fueron hechos "acontecidos hace ya dos décadas en la esfera privada y enteramente carentes de relevancia política".
Y Feijoó vuelve a aparecer para coronar con una guinda esa gran tarta de excrementos que han cocinado con sus socios de la ultraderecha para decir que lo de Carlos Flores fue un "divorcio duro".