Racismo. Viñeta del 07/09/2024 en CTXT
El racismo en el fútbol, así, en genérico, se convirtió en tema de actualidad hace unos días y fue tan efímero como cualquier otro asunto. Hasta que vuelva a suceder.
Otra vez se volvió a hablar de esto, entre otras cosas, por determinadas declaraciones, comportamientos y sus consecuencias para los racistas que campan por los campos.
No conozco ningún otro evento o espectáculo público con ese nivel de incomprensible "tolerancia" mal entendida por una buena parte de la sociedad que permita que se asocie lo de ser un energúmeno como un acto natural de "liberación de tensiones".
Dígame usted en qué otro espectáculo es habitual que una parte del público crea necesario y lógico insultar y vejar al ejecutante de la cosa para relajarse del estrés de la semana. No sé si existe racismo (sólo) en el fútbol, y eso que hay mucha mierda en este deporte. Lo que tengo claro es que hay mucho racista que va al fútbol y por tradición se les ha permitido mostrarse como racistas confesos sin complejos en los estadios.
Les hemos dejado hacer durante demasiado tiempo. No hay más. Y me alegro mucho de que vayamos parándoles los pies y la lengua.
Se puede entender que en toda concentración masiva de personas existan grupos de samugos de distintas calañas, pero cuando se fomenta esa cultura del "desfogue" estamos contribuyendo a que crezca el número de descerebrados por metro cuadrado que consideren legítimo actuar como salvajes sugiriendo que esto es una forma legítima de expresión como espectadores de un deporte que "levanta pasiones".
Así, con todos estos tópicos reconvertidos en frases demagógicas para imprimir en sobres de azucarillo de los bares fuimos construyendo un mundo paralelo de impunidad apelando a tradiciones y costumbres bajunas condenadas a desaparecer.