Reforma de la ley mordaza. Viñeta del 04/12/2021 en CTXT
El Ministerio del Interior del gobierno más progresista de la historia mundial se ha gastado unos dos millones de euros en 25.539 porras extensibles de acero. Los Mossos las tienen desde 2016 y la Guardia Civil desde 2018. En la Policía Nacional llevan pidiéndolas desde hace tiempo para reforzar si equipamiento de macarras del orden público, cada día más militarizado.
Según cuentan en El Salto, este tipo de defensa, de metal a diferencia de la porra normal, fue la utilizada por un agente de la policía local en Roquetas de Mar (Almería) cuando mató a Juan Martínez en lo que se conoce como caso Roquetas.
En 2005, País Vasco prohibió su uso a la Ertzaintza, permitiéndoselo solo a la policía de paisano entrenada para ello. En 2019, tras las movilizaciones por la sentencia del Procés, Interior se gastó un millón de euros en porras extensibles para garantizar “la protección de quien lo porta”, según justificó entonces el Servicio de Armamento de la Policía Nacional.
Aunque se supone que existirá un protocolo para su uso, como existe para las tradicionales, a la hora de repartir "seguridad ciudadana" a la población, ya sabemos lo que pasará. Más de uno se llevará un palazo de acero en cualquier parte de su cuerpo a causa de la excitación de los agentes en las situaciones de acción de las que tanto disfrutan.
Y ojo, que estas porras, muy usadas por aquellos entrañables fascistas de ayer, hoy y siempre, no dejan una simple marca de recuerdo ni van acolchaditas. Las extensibles pueden partir cualquier cosa.
