Rutina del ejercito israelí. Viñeta del 17/12/2023 en CTXT
La semana se fue y el ejército de Israel siguió cometiendo atrocidades, es decir, lo mismo que lleva haciendo décadas en Palestina, pero ahora a jornada completa y sin contemplaciones. Simplemente matan todo lo que se les pone por delante.
Un francotirador israelí mató a una mujer y a su hija en la Iglesia de la Sagrada Familia de Gaza. Según denunció el Patriarcado Latino de Jerusalén, ambas personas fueron asesinadas "a sangre fría" y otras siete personas fueron heridas por disparos durante el ataque.
Una ejecución, otra de tantas. No importa si son musulmanes o cristianos, adultos o niños, basta que sean palestinos.
Ese ejército del estado del que muchos miserables aún dicen que se trata de la "única democracia de Oriente Próximo" también disparó contra tres de sus ciudadanos y los mató.
Se trataba de tres rehenes israelís que iban sin camiseta y con una bandera blanca improvisada. Su propio ejército los ejecutó sin miramientos "por error", dijeron después.
"Los terroristas se mueven vestidos de civil, en zapatillas y jeans, hay muchas emboscadas. Tratan de engañarnos, nos hablan en hebreo [...]. Las fuerzas están bajo intensa presión", indicó el portavoz para medios extranjeros del Ejército israelí, Richard Hetch, sobre lo que llamó un "accidente". (Fuente)
Finalmente, los rehenes recibieron el mismo trato que le da el Estado sionista criminal a la población civil palestina. La muerte sin preguntas ni comprobaciones, el exterminio como respuesta inmediata a todo lo que se mueva.
Estos son sólo algunos pasajes que hemos podido conocer porque los bombardeos han continuado en la franja y los asesinos han seguido eliminado a aquellos que pueden contarnos lo que allí sucede.
Samer Abudaqqa, operador de cámara de Al-Jazeera Arabic, fue asesinado por un dron mientras cubría las secuelas de los ataques nocturnos israelíes contra una escuela de la ONU que albergaba a desplazados en el centro de Jan Yunis, al sur de Gaza. Quedó atrapado con otros heridos en la escuela, rodeada por fuerzas israelíes, y no pudo ser evacuado para recibir tratamiento porque durante cinco horas el ejército impidió que fuera atendido. Su colega de Al Yazira Wael Al Dahdouh, también resultó herido en el mismo ataque.
Al menos, 63 periodistas y trabajadores de los medios han muerto en Oriente Medio desde que empezara la última guerra de Gaza. La FIP cifra en casi un centenar el número de reporteros asesinados este año en todo el mundo. Tres cuartas partes de ellos han muerto cubriendo el asedio en la Franja. (Fuente)
Cuando el Estado de Israel no pueden ejecutar periodistas porque hay demasiados testigos cerca con cámaras, optan por darles golpes con el fusil, tirarlos al suelo y patearlos. Es lo que le sucedió al fotoperiodista Mustafá Haruf de la agencia turca Anadolu, hasta nueve patadas en la cabeza recibió de un soldado mientras otro lo inmovilizaba con la rodilla. Antes de esto, uno de esos soldados cargó su arma y le apuntó con ella. Haruf terminó en el hospital y en aquella agresión a la prensa también fue atacado otro periodista.
Simplemente imaginen lo que pueden llegar a hacer estos sicópatas cuando nadie les ve. Sí, siempre pueden ser más crueles. No lo duden nunca.
