El vulgarismo "ser un lenguas" se utiliza coloquialmente para describir a una persona que se caracteriza por hablar en exceso (verborrea), ser chismosa o, sobre todo, por ser extremadamente indiscreta o hiriente.
La versión más "suave" se aplica la persona que no sabe callar y opina o habla constantemente, a menudo interrumpiendo o monopolizando las conversaciones. En su connotación más dura, implica que la persona tiene una "lengua suelta" y revela información reservada, íntima o secreta de otros, o que habla sin medir las consecuencias de sus palabras, incurriendo en la inoportunidad o la falta de tacto.
El término "lenguas" se usa aquí como un sustantivo común de matiz peyorativo, señalando la carencia de prudencia al hablar y la tendencia al chismorreo, el insulto o la indiscreción.
No hay que pensar en un elefante: nunca hay que discutir con el adversario utilizando su lenguaje, porque implica su marco, no el tuyo. Con esa frase empieza el libro "No pienses en un elefante. Lenguaje y debate político." (2004) de George Lakoff investigador, profesor de linguística y gurú de la izquierda norteamericana.
Nunca he sabido escribir bien, soy de los que tengo una asquerosa envidia sana de aquellos que escriben fluido y natural, simple y claro. Tengo cierta tendencia al tocho churrigueresco con construcciones de fantasía, extermino comas o las aborto, encadeno frases interminables, torturo palabras. Tampoco sé exactamente lo que es escribir bien, pero
Despido subjetivo Discurso neutro universal para cepillarse a un director, un obrero, dos o muchos. Muy útil para medios de comunicación, adaptable a todo tipo de negocios sustituyendo un par de palabras.
Llevamos una buena racha de gambas, hace nada EFE difundía la foto de un Joseba que no era el Joseba malo y ahora la gendarmería de la France ha hecho correr un vídeo de unos supuestos etarras, pero la Generalitat se ha apresurado a informar que los que aparecen en las imágenes son
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Dibujantes en apuros. Casos: 223
