La publicidad es una de las prácticas más antiguas de la civilización, nacida de la simple necesidad de anunciar un producto o servicio. Sus orígenes se remontan a las primeras sociedades, donde los pregoneros en la antigua Grecia y Roma gritaban los precios de sus mercancías, o los comerciantes tallaban anuncios en piedra para atraer a los clientes. Eran formas primitivas, directas y locales de comunicación.
La gran revolución llegó en el siglo XV con la invención de la imprenta. Por primera vez, los anuncios podían ser producidos en masa a través de carteles y folletos, permitiendo a los comerciantes llegar a un público más amplio que antes. La publicidad dio un salto definitivo en los siglos XVII y XVIII con la aparición de los periódicos, el primer medio de comunicación masiva, donde los anuncios se convirtieron en una fuente de ingresos fundamental.
A lo largo del siglo XX, la publicidad evolucionó de un simple anuncio a una industria sofisticada, utilizando la psicología y las emociones para intentar incrementar las ventas dándonos la barrila a tiempo completo con anuncios insufribles. Hoy, en el mundo digital, la publicidad se ha transformado de nuevo, volviéndose más invasiva y pegajosa.
La nueva moda de adoptar poses dospuntoceristas para aplicarlas a cualquier cosa empieza a ser ya ridícula, vaya por delante que sigo creyendo que la inmensa mayoría de los políticos ven la red como un sitio para hacer propaganda según su prehistórico libro de estilo de partido. La política, nos guste o no,
Día de lamer escaparates. Cada año es lo mismo. La publicidad de El Korte Híngles maquillada de noticia abría hoy el desinformativo de Antena 3. Pregonaban el inicio de las rebajas de enero intentando dar la imagen de que en todo el país avalanchas de taquicárdicos zombies consumistas asaltaban todo comercio abierto. Nos
Hay personas tan enfermas de homofobia que imaginan que la contemplación de un gay a una distancia determinada puede crearles transtornos de sexualidad. Hay personas tan retrógadas que creen que sus hijas o hijos pueden volver homosexuales a casa si se exponen a las actividades de alguno de los actos que se celebran
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Dibujantes en apuros. Casos: 223
