
Se archiva la causa contra el autor y el editor del cómic ‘On és l’Estel·la?’
El ilustrador Toni Galmés y la Editorial Comanegra recibieron el año 2020 con una demanda por «mentiras, injurias, difamaciones e incitaciones al odio» presentada por cuatro sindicatos policiales por los dibujos del libro “On és l’Estel·la?”.
En la denuncia, interpuesta a mediados de junio de 2019 por JUPOL Baleares, los cuatro sindicatos policiales (SUP, CEP, SPP y UFP) exigían, entre otras cosas, la prohibición y destrucción del libro humorístico y una disculpa pública de autores y editores.
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Sindicatos policiales exigen la prohibición y destrucción de un libro humorístico sobre el 1-O.
A mediados de junio, representantes del sindicato de Policía Nacional, JUPOL Baleares se personaron en los juzgados de Palma para presentar una denuncia que derivará en un acto de conciliación .
Este fue el paso previo a la presentación de una querella por delito de odio y de injurias por la publicación del cómic.
Según este sindicato, se ataca a las Fuerzas de Seguridad de Estado por su actuación durante el 1 de octubre de 2017 en Catalunya.
Primer archivo
El 30 de enero de 2020, el juzgado número 15 de Palma aceptó el recurso de la editorial Comanegra y archivó una de las causas abiertas “por no ser competente”.
Ese mismo día, el ilustrador Toni Galmés declaró como imputado en el juzgado 12 de Palma.
Al día siguiente la Confederación Española de Policía (CEP) manifestó que las disculpas del dibujante “no sirven”, ya que más que pedir perdón “reparte las culpas”.
Segunda causa archivada y fin de de la historia
Ayer se exculpó al dibujante mallorquín Toni Galmés por un supuesto delito de odio y se archivó la causa poniendo fin a un proceso que ha durado dos largos años.
La justicia ha determinado que los dibujos que aparecen en el cómic ‘On és l’Estel·la?’ están amparados por la libertad de expresión ya que la intención es humorística. Los sindicatos promotores de la demanda han decidido no recurrir el archivo de la causa por lo que ya es firme.
Tomen nota, pequeños tiranos
En el auto de seis páginas, el magistrado se ampara, especialmente, en la doctrina sentada al respecto por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
En concreto, el juez alude a una sentencia que el órgano dictó en mayo de 2018 y hace suyas las consideraciones vertidas en uno de sus apartados, que determina cómo bajo el paraguas de la libertad de expresión pueden tener cabida «la crítica más desabrida y no solo las ideas inofensivas o indiferentes sino también las que hieren, ofenden o inoportunan».
El alto tribunal europeo sostiene, no en vano, que «así lo requieren el pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura, sin los cuales no existe ninguna sociedad democrática«. Fuente.
Joan Sala Torrent, responsable de la editorial Comanegra celebró así la noticia del archivo de la segunda causa y del fin de esta historia.
«2 años, 2 años de idas y venidas a los juzgados, pero nadie nos puede quitar el derecho a la libertad de expresión y de publicación, lo dijimos, no desfalleceremos, hoy tenemos el resultado ¡Ni hemos pedido perdón ni hemos retirado el libro! ¡Seguimos!»
Toca alegrarse, pero tampoco demasiado. Los denunciantes bien saben que su “trabajo” ya está hecho, que es seguir sembrando y extendiendo el efecto desaliento entre los creadores.
El humor en apuros, recopilación de casos (III)
Casos de dibujantes que han tenido problemas de cierta importancia a causa de sus viñetas o ilustraciones satíricas. También hay algunas historias de otras personas que, sin ser dibujantes, han tenido problemas por compartirlas.