La semana pasada muchos medios se hicieron eco de esta viñeta del ecuatoriano Xavier Bonilla, "Bonil", relativa al suicidio del expresidente de Perú, Alan García, que se quitó la vida el pasado 17 de abril cuando iba a ser detenido después de que un juez dictara orden de prisión preventiva de diez días.
García iba a ser investigado por haber recibido, presuntamente, 100.000 dólares de la empresa constructora brasileña Odebrecht, justificando esa cantidad como pago por una conferencia, que la Fiscalía sospecha que se trató de un soborno por el contrato para la construcción de un tren en Lima.
La verdad es que no terminaba de entender dónde estaba la presunta polémica, que un viñetista haga una viñeta sobre un asunto de actualidad es de lo más normal. Y es que, claro, no tardó en aparecer el también expresidente de Ecuador, Rafael Correa, que desde Bélgica arremetió contra Bonil y lo volvió a llamar "odiador" en Twitter. (Captura)
"Otro ejemplo de los odiadores que tiene Ecuador, que se hacen llamar caricaturistas e incluso “periodistas”. Mis disculpas a la familia y compañeros de Alan".
La historia de "amor" entre Correa y Bonil viene de lejos.
Bonil también envió un mensaje desde su cuenta de Facebook a aquellos que le insultaban por la viñeta.
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